Por ENRIQUETA SAAVEDRA UMPIÉRREZ
Señor presidente, señores concejales, amigos y vecinos todos de este barrio de Maneje.
Muy buenas noches:
Es para mí un honor que no merezco, que me hallan invitado a ser la pregonera de este año.
Como no soy historiadora, ni tengo dotes literarias y tampoco estudios suficientes para adornar este pregón con palabras bonitas y sofisticadas, me limitaré a decir lo que me dicte el corazón.
Con mucha sorpresa recibí la invitación para pregonar este año 2008 las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Milagrosa.
Mi reacción fue, en un primer momento rechazar la invitación, ya que no me sentía preparada para acometer este reto, por otra parte, también me atraía, ya que no siempre tiene uno la oportunidad de expresar y transmitir a nuestros vecinos su forma de pensar y vivir las fiestas de nuestro barrio.
La pregonera de este año es muy humilde y sencilla, nací en el pueblo de Mácher, en el seno de una familia numerosa de nueve hermanos, hasta los 25 años que me casé, participé muy activamente en los quehaceres de las fiestas y la iglesia, actualmente sigo participando en el grupo de teatro de Mácher.
Hace 18 años que vivo en la calle Guadalajara, me han dicho los vecinos que fue una de las primeras que se fundó, que estuvieron muchos años sin luz, ni agua y que pasaron muchas penurias, ya que no tenían donde comprar un pan; lo más cerca era Titerroy, como le llamábamos antiguamente, sus vecinos vivían casi con las puerta abiertas y por las tardes se reunían en la calle, para comentar las anécdotas diarias de cada día.
Mientras, los chiquillos correteaban por los polvorientos y pedregosos llanos de Maneje, sin molestar a nadie, en las noches de San Juan, se agrupaban en torno a las tradicionales hogueras, para saborear las piñas y las papas asadas, con algún traguito de vino, pero como todo en la vida, tiene un principio y un final, hoy, gracias a Dios, ya disfrutamos de muchas comodidades.
Cuando llegué aquí, los vecinos me acogieron con amistad y cariño, me invitaron a participar de sus fiestas, lo cual, les agradezco de corazón.
Otros pregoneros que han venido antes que yo, seguramente hayan hablado de la historia de este barrio, en que año se fundó, quienes fueron sus primeros vecinos y muchas cosas más.
Como no me gustaría repetir lo mismo, hablaremos de nuestras fiestas, de nuestros vecinos y de nuestra patrona la Virgen de la Milagrosa.
Una fiesta es siempre un derroche de alegría, un momento donde olvidarse de la rutina de cada día, la fiesta en si misma es buena y necesaria, buena, porque sino el mundo en el que vivimos parecería aun mas amargo de lo que ya es, y necesaria, porque en ella muchas personas hacen relaciones de amistad y cordialidad.
En fin, que la fiesta es un buen invento.
Todas las personas tienen una forma distinta de pensar y de celebrarlo, algunos creen que con tirar unos voladores y quemar unos fuegos ya estamos en fiestas, aunque creo que con la crisis que tenemos este año, no irán a sonar muchos fuegos.
Por otro lado pienso, que no hay que gastar mucho dinero para divertirse como Dios manda.
Cuando yo llegué a Maneje, ya habían formadas bastantes calles, y por suerte para todos, ya contábamos con el teleclub.
Los que antes eran niños y participaban en las fiestas con tanta ilusión y alegría, hoy día son hombres y mujeres, pues no sé por qué, se han ido alejando de las costumbres y festejos de este nuestro barrio.
Y además creo, que lo que hemos ido ganando en cemento y comodidades, lo hemos ido perdiendo en convivencia y comunicación, y de esta manera no podemos llegar a ningún sitio.
Hoy quiero aprovechar y decirles a todos que formemos una piña y nos unamos para lo bueno y para lo malo, que celebremos unas fiestas de amistad y participación y que por unos días nos olvidemos de los quehaceres de la casa.
Pregón quiere decir difundir, anunciar la buena nueva de las fiestas, hoy me siento pregonera que oferta nuestro producto más especial “la amistad, la alegría y la convivencia en la fiestas de nuestra patrona”.
También quiero decir que es para todos un orgullo contar en nuestro barrio con la Virgen de la Milagrosa, no tengan reparo en acercarse a ella, cuando la necesiten, que ella es la madre que tiene amor y bondad para todos.
Los jueves se abren las puertas de su casa para poderla visitar, pero aunque nosotros no lo hagamos, ella es tan bondadosa que va todos los días de casa en casa a visitarnos a nosotros, aprovechemos la oportunidad que ella nos brinda, para pedirles si algo necesitamos y para darle las gracias por su compañía.
Es misión del pregronero resaltar a su patrona y es también misión de un pregonero apostar por la juventud, tesoro hermoso, que cuando pasa solo queda el recuerdo y la nostalgia de un tiempo ya muy lejano.
También quiero recordar a los niños, ya que ellos son la alegría del barrio y los verdaderos artistas de las fiestas, un cariñoso saludo y un recuerdo muy entrañable para los mayores de Maneje, que tanto nos han acompañado en todos estos años, pero muy especialmente para D. Juan Duarte que se encuentra entre los primeros que llegaron al barrio y también el primero que llegaba a todos los actos que se organizaban, por ello y por tantas veces como nos honró con su presencia, (muchas gracias D. Juan.
No quiero terminar este pregón sin darles las gracias a las hermanas de “la casa de acogida”, por la gran labor que vienen realizando durante tantos años, ya que gracias a ellas, los niños que por circunstancias de la vida no han podido tener un verdadero hogar lo han encontrado bajo la protección, el cariño y la comprensión de las hermanas.
También quisiera recordar a Sor Benedita, esa gran persona que tanto trabajó por el barrio, gracias a ella, hoy podemos contar con nuestra iglesia, gracias a su esfuerzo, a su entusiasmo, a su tesón, y a la alegría que ponía en todo lo que hacía.
Pues todos recordarán, que ella, todos los meses salía casa por casa para recoger los donativos que los vecinos le iban dando.
También se involucró mucho Elías, el que fue párroco de Santa Coloma, fue uno de los principales pilares para que este proyecto se llevara a cabo y así, poco a poco, cada uno poniendo su granito de arena todo se fue terminando, y hoy, gracias a Dios tenemos donde celebrar los actos religiosos sin tener que ir a otras parroquias.
No quisiera terminar sin tener en cuenta a los chicos de la comisión de fiestas, que gracias a su labor y al esfuerzo que ellos realizan durante todo el año y especialmente en estos días, podemos contar con nuestras fiestas.
Yo les felicito y les animo a seguir adelante.
Desearles a todos que pasen unas fiestas muy felices, y para conseguirlo solo tenemos que abrir nuestros corazones a la paz, a la alegría y a la amistad.
Para finalizar mis últimas palabras de hoy serán para ella, para la verdadera protagonista de estas fiestas.
Que viva la Milagrosa
patrona de esta barriada
piensen en todo momento
que ella nos puede ayudar
si se lo piden con fe
Nunca nos va a defraudar
Que proteja a los mayores
que son la sal de la vida
para que nunca les falte
el cariño de los suyos
la amistad de sus vecinos
la ilusión y la alegría
Arrecife a 21 de noviembre del 2008