POR LORENZO LEMAUR SANTANA
Muchas gracias Yara por esa entrañable presentación. Vales mucho. A ver si cuando tú seas la pregonera me invitan que sea yo quién te presente.
Con el permiso del señor presidente de la Asociación de Vecinos de Titerroy, estimados concejales compañeros de Corporación, distinguidas autoridades presentes, vecinos y vecinas de Titerroy, amigos, amigas,…
Muy buenas noches a todos.
Antes de empezar (no les voy a engañar) quiero decirles que, siendo yo presidente de la Asociación de Vecinos de este barrio, cada una de las 6 veces que presenté al pregonero de las fiestas (1999 a 2005), pensé, con gusto, ser, algún año, el pregonero de las Fiestas de Titerroy, de nuestras Fiestas Patronales de San José Obrero.
Este año ese sueño se ha cumplido. Muchas gracias a la Asociación de Vecinos por el honor que me concede al elegirme para pregonar las Fiestas Patronales de San José Obrero de 2009.
Como sabrán, yo no nací en Arrecife, ni en Lanzarote. Nací en Agüimes (Gran Canaria), y, cuando yo tenía 2 años, mis padres se vinieron a vivir a Lanzarote. Mi padre había ganado una plaza de peón caminero de “Obras Públicas” y toda la familia (entonces mi padre, mi madre, mi hermano Pepe y yo) nos vinimos a vivir a Lanzarote. Nuestra primera casa en Lanzarote fue la “casilla de caminero” de La Bufona. Allí viví hasta los 10 años y, en mayo de 1968 (ya habían nacido mi hermana Rosario y mi hermano Paco), nos vinimos a vivir a Santa Coloma (con ese nombre conocí entonces a nuestro barrio).
Cuando llegamos a nuestra nueva casa, busqué el nombre de la calle (siempre fui muy curioso), pero no le encontré. Y, como siempre, además de curioso, fui inquieto (me gusta indagar las cosas). Así que, le pregunté a Benedicta Padrón, que vivía dos casas más abajo, en el número 8. Benedicta resolvió mis ganas de saber. Mi nueva casa estaba en el Paseo Martín Cobos, en el número 10. La calle de “Las Piteras”, le llamaba la gente por aquel entonces. Hoy todos la conocemos por la calle de “Los Pinos”.
Por cierto, que las piteras fueron sustituidas por hibiscos, que plantamos, con la ayuda de Julián de León (el jardinero de “Los Pinos”, la gente del San José Obrero, (Agapito, Goyo, Juanito Déniz, Erasmo, Emeterio, Tere, Luci, entre otros) que ya estábamos en movimiento, por el año 1976. Seguro por los alrededores andaría Nito (el hijo más chico de Julián), que ya con 6 añitos, daba la lata y pedía “un duro” a todo el que encontraba.
Por tanto, desde los 10 años vivo frente a “Los Pinos”, o “los Árboles”, que es como llamábamos al parque mis amigos de niñez y juventud. En la calle de “las piteras, jugando al boliche, al trompo, o al “quemado, y en “Los árboles”, jugando al escondite, cantado canciones sudamericanas de la época, enamorando, jugando al Monopolio, o haciendo levitaciones (¿Recuerdas Paco?) pasé el resto de mi niñez y gran parte de mi juventud.
Los domingos, como era costumbre en la época, íbamos a la misa de Don Francisco, en la escuela de doña Emilia (antes colegio Sanjurjo Maneje, hoy colegio Titerroy). Eso hasta 1973, que se termina de hacer la actual iglesia.
Entre semana, después de comer, en los recovecos de la “escuela”, chicos mayores que yo jugaban por la tarde a las cartas (a las 7 y media o a las 21), a dinero. Yo, supongo que porque no había otra cosa que hacer, me gustaba verles. Nunca jugué, salvo si alguna vez le mantenía las cartas a alguno que necesitaba ir a orinar, a una esquina cercana.
Eso era a la hora de la sobremesa. Luego, por la tarde, los que sabían, jugaban al fútbol. El campo estaba en el mismo sitio, en los terrenos donde hoy están las canchas del colegio, que antes era un llano de tierra, con dos piedras como porterías. Recuerdo los pleitos, sanos, entre los hermanos Toledo, José Manuel (“el Cambao”) y Pedrín, (“el Pulga”) y Melo (“la Melona”). También estaba en el grupito Pedro (“el Moro”), pero no peleaba. Se reía. Era, y es, más tranquilito.
Así recuerdo mi niñez, y parte de mi juventud.
Como he dicho, vivo frente al Parque Félix Rodríguez de la Fuente (que es como se llama de verdad el parque “Los Pinos”) y tengo el privilegio de, aún hoy, cada mañana y cada atardecer, poder oír el canto de los pajaritos, desde mi ventana y, si me asomo a la terraza, a la azotea, o paseo por el parque, puedo verlos posados en las ramas de los pinos, o como beben del agua que se sale de la fuente.
La verdad es que siento que vivo en un lugar privilegiado. Me gusta vivir donde vivo, en Titerroy, frente al parque Los Pinos, en Arrecife.
Viniéndome al asunto que hoy nos trae aquí; a las Fiestas de San José Obrero, no recuerdo cual fue mi primer contacto con las Fiestas de Santa Coloma. Tampoco sabía, hasta hace unos días, cuando empezaron a celebrarse.
Para podérselo contar a todos ustedes, y para satisfacer la curiosidad que se me despertó mientras escribía este pregón, pregunté a varios de quienes yo recuerdo como primeros lideres vecinales del barrio.
Pero antes, para refrescar la memoria, me fui a la página Web de la Asociación de Vecinos (www.titerroy.es). En ella, está colgada la historia del barrio, que gustosamente escribí, con la información recopilada de mucha gente con la que hablé. Pues, en Internet consta que, Titerroy cuenta con parroquia propia desde el 8 de diciembre de 1961, que inicialmente estuvo atendida por don Ramón Falcón Pérez, párroco de San Ginés.
Luego, el primer párroco del barrio fue don Francisco González González (1968-78). Don Francisco, muy recordado por los vecinos del barrio, residía en la vivienda de la calle Alcalde Lorenzo Cabrera número 23, donde también existió durante muchos años una biblioteca. Esa biblioteca, además de su lógica función, fue la sede de reuniones de la asociación de vecinos del barrio, en la que don Francisco siempre participó muy activamente.
La citada vivienda, hoy convertida en Casa de Cultura de Titerroy, en la que tiene su sede la Asociación de Vecinos y de otros colectivos, la conocemos popularmente todos como “la biblioteca” o “la casa del cura”.
“Don Francisco”, así conocido popularmente por toda la “gente de antes” de Titerroy, promovió la construcción de la iglesia del barrio. Los más mayores recuerdan perfectamente que fue posible gracias a la contribución de los vecinos con sus aportaciones económicas y la aportación de muchas empresas, económicas y con materiales. La iglesia se construye entre los años 1971 y 1973.
Dicho esto, para saber del inicio de las Fiestas, acudí a José Domingo Robayna del Castillo, primer presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Coloma, y a Francisco Fajardo, que por entonces era concejal del Ayuntamiento de Arrecife, por el tercio sindical. En el barrio todos lo tratábamos con el “alcalde de Santa Coloma”. Ellos que aclararon como empezaron, y como fueron, las primeras fiestas de Santa Coloma.
Me contaron que las primeras fiestas se hicieron, por el año 1965, en el entonces solar, donde hoy está el Hiperdino. Luego, me contaba Castillo, por problemas con el solar, y por el mucho viento, a principios de los años 70, decidieron traer las Fiestas a la Plaza y aquí se quedaron hasta, al parecer, el año 1979, que, cuando el Santa Coloma, Club de Fútbol se hace cargo de su organización, vuelven al solar dónde está el Hiperdino.
Hasta ahora me he referido al barrio llamándolo: “Santa Coloma”, pero, el 6 de febrero de 1990, el Pleno de Ayuntamiento de Arrecife acuerda, por unanimidad, a instancias de un entusiasta grupo de jóvenes que integraban por aquella época el Club Deportivo y Cultural Titerroy (liderado por Eduardo Fuentes y Pedro Viera, entre otros), que el barrio pase a llamarse “Titerroy”, si bien, Emilia Perdomo, que entonces era concejal por el Congreso Nacional de Canarias, propuso que fuera llamado “Titerroe”.
En el acta de la sesión plenaria consta que Emilia Perdomo defendió, con pasión, que así (“Titerroe”) es como lo pronunciaba la gente. Y es verdad. Por la forma de hablar los conejeros, aunque el barrio se llame oficialmente “Titerroy”, quien nos oye hablar le parece oír que decimos: “Titerroe”. Compañera Emilia, eso es lo que pasa cuando se está en la oposición: por mucho que expliques y justifiques las cosas, los que gobiernan no te hacen ni caso.
Como ya dije, Emilia Perdomo no estaba desencaminada pues, “Titerroy” no es un término aborigen, en sí mismo, dado que es una derivación popular de “Tite Roy Gatra”, nombre que se puso a la primera barriada de 120 viviendas sociales, que constituyeron el primer poblamiento de nuestro barrio, allá por finales del año 1957. Precisamente el año en que yo nací.
De todas formas, tras leer e indagar algunas cosas, y hablando con entendidos, para conocer el origen del nombre del barrio, he llegado a la conclusión de que nuestro barrio debió llamarse “Maneje”, pues esas primeras casas, y las posteriores, se construyeron en terrenos del lugar de Maneje, algunas de ellas en solares cedidos o comprados, al parecer, a la Marquesa de Santa Coloma. Es por eso que, durante algún tiempo, el “Régimen”, de entonces, prefirió que el barrio fuera llamado “Santa Coloma”. Estaba efervescente el MPAIAC y “Titerroy” sonaba a independentismo.
No voy a caer en la costumbre de centrar este pregón en hablar de mi vinculación con Titerroy, pero sí que no puedo dejar de citar a un movimiento que, desde mi punto de vista (y sé que muchos otros piensan como yo) ha sido importantísimo en la historia y en la marcha de nuestro barrio.
Me refiero al “San José”. Club Deportivo San José Obrero, primero, según lo fundaron Manolín Fuentes, Rafael Tejera (Carioco, para los amigos) y Eloy Perdomo (que por cierto dice ser depositario del documento fundacional del Club, que muchas veces me ha prometido copiar, pero…, me parece que tiene poca palabra).
Luego fue Asociación Juvenil San José Obrero, entre 1975 y 1986, y, desde entonces y hasta ahora, “Club Balonmano San José Obrero” (aunque para algunos “Club Balonmano Mahay”, que es como se llama oficialmente en el Registro de Entidades Deportivas de Canarias, por temas burocráticos). En este acto solemne, importante para Titerroy, quiero afirmar, rotundamente, que sin el San José Obrero nuestro barrio no hubiera sido el mismo.
Por lo mucho que en sus más de 34 años de historia el “San José”, como movimiento, ha aportado a los niños y jóvenes que aquí vivimos y hemos vivido, tiene merecido un lugar importante en la historia de nuestro barrio.
Dicho todo esto, por si no ha quedado claro, quiero decirles que me siento muy orgullo, y responsabilizado, al pregonar nuestras Fiestas: Las Fiestas Patronales de San José Obrero de 2009.
Aunque no lo parezca, pues no habrán vistos las calles engalanadas, ni guirnaldas de colores de bienvenida, ni carteles anunciadores, Titerroy se pone hoy de Fiestas.
Ante la falta de todos esos elementos de aviso, de anuncio de que entramos en Fiestas, la labor del pregonero se hace más necesaria, para que el pueblo sepa que estamos en Fiestas.
Pregonemos, pues, las Fiestas Patronales de San José Obrero, las Fiestas de Titerroy de 2009.
Antes que yo han pregonado nuestras Fiestas personas a las que admiro y respeto mucho. Todos ellos ligados indiscutiblemente a Titerroy, lo que engrandece a nuestro barrio. Unos nacieron aquí, otros aquí vivieron, los que no, en Titerroy realizaron una labor muy recordada, por muchos admirada.
Como ya dije al inicio, desde 1996 hasta 2005 me tocó a mí presentarles al pregonero. Hago memoria:
El primero, en 1999, fue don Francisco, el primer párroco del barrio. En aquel momento, decidimos proponerle que pregonara las Fiestas a la persona posiblemente más querida en Titerroy. Don Francisco pregonó las Fiestas en el mismo Recinto de Fiestas de aquel año. Con la presencia de la entonces alcaldesa de Arrecife, Elizabeht de León.
Por cierto, que ese año actuó en nuestras Fiestas José Vélez. En la calle donde antes había grandes árboles. ¿Recuerdan? Fue un llenazo. Yo nunca había visto a tanta gente junta en Titerroy.
En el año 2000 fue Ginés Hernández Reyes nuestro pregonero. Ese año lo celebramos en el Salón Parroquial, y también asistió la entonces alcaldesa, Manuela Armas. En ese año 2000 recuperábamos la celebración de la Gala de Elección de la Reina de las Fiestas. Fue elegida Reina, Carmen Suarez y la banda se la puse en compañía de Ofelia Farray. La última reina elegida en nuestras fiestas, al menos que yo recordara.
A este propósito, recuerdo una anécdota que, tiempo más tarde, me contó Francisco. Les cuento, porque me parece muy importante y descriptivo de lo que Francisco quiere a nuestro barrio: Discutió con la madre de Carmen que su hija no había sido elegida Miss Santa Coloma. Claro, Francisco tenía razón: Carmen era la “Reina de las Fiestas de Titerroy”, que no es lo mismo.
En el año 2001 comenzamos a celebrar el Pregón en el salón de actos del colegio Benito Méndez. Ese año ocurrió algo especial, tanto que hay muchos que aún no lo han acabado de entender. Les cuento: Pregonaron las fiestas Magüé González y Aquilino Rodríguez. Aquello fue una historia aparte, digna de ser contada.
Resulta que hasta el miércoles estábamos a la espera de que una persona (no voy a decir quién) nos confirmara si podría pregonar las fiestas. Nada, llegó la tarde del jueves y no teníamos pregonero. ¿Qué hacemos?
Me voy a la Plaza para hablar con Aquilino, que estaba trabajando con Samuel Espinosa en el diseño del escenario. Le cuento a Aquilino el problema y le propongo que él y Magüe hagan el pregón, por medio de una parodia. Aquilino acepta. Faltaba hablar con Mangüe.
¿Te atreves a hacer el pregón? (le pregunto a Mangüe). Se atrevieron y, aún hoy, 8 años después, queda gente que cree que aquella noche, en Benito Méndez, ocurrió algo raro. Ese año no vino la Alcaldesa, pero los concejales y otras autoridades que asistieron al acto, me miraban con asombro.
Ese fue el primer año en el que, tras el pregón, actuaban los alumnos de nuestro Taller de Folclore. Ese año elegimos como Reina de las Fiestas a Sara Arraez.
En el año 2002, después de muchas gestiones, pues él vivía en Barcelona, logramos que Carlos Morales fuera nuestro pregonero. Carlos había vivido de niño y de joven en la calle Timbayba. Como sabrán, es el arquitecto del que será el futuro Palacio de Congresos de Lanzarote, próximo a construiste. Además es deportista de élite en el mundo de la vega y, como saben, está ligado familiarmente a nuestra Casa Real. Ese año resultó elegida Reina de las Fiestas, Cathaisa Lemes Santana.
Llega 2003 y pregona nuestras fiestas David de la Hoz Fernández. David, con el permiso de todos los que no voy a nombrar, es, a mi juicio, el mejor deportista de Titerroy de todos los tiempos, y desde luego, el mejor jugador de balonmano que ha nacido en Lanzarote, y puede que en Canarias, en todos los tiempos. Además, David es nieto de don Ginés de la Hoz, Alcalde de Arrecife entre 1960 y 1970. Quien, seguramente, a muchos de ustedes les entregó las llaves de la casa donde aún hoy viven. Al pregón asistió, como de costumbre, la Alcaldesa, María Isabel Déniz. Ese año fue Reina de las Fiestas la simpática Sara Curbelo Santana.
Para 2004 quisimos que pregonara las Fiestas un joven y prometedor cineasta, nacido, criado y formado en Titerroy (en el Colegio Sanjurjo Maneje. Hoy Colegio Titerroy): Roberto Pérez Toledo. Dado que él vivía, y vive, en Madrid, lo programamos con mucha antelación. El pregón fue muy original. Viniendo de un cineasta, nos presentó un audiovisual de él y su barrio. Ese año también presidió el acto la Alcaldesa, María Isabel Déniz.
En aquel 2004 se presentaron 10 candidatas a Reina de Las Fiestas. Una nacida en Portugal, 4 nacidas en Colombia, una de Costa Rica, una española nacida en Noruega, hija de un argentino y una noruega, y tres nacidas en Lanzarote. Algunos inconscientes trataron de impedir la celebración de la Gala. Lógicamente no lo consiguieron. La Gala fue la más bonita de todas las que recuerdo. Además, nos hicieron tanta publicidad que ese año la Reina salió en la portada de Lancelot y La Voz de Lanzarote. También salió, en foto a color, en La Provincia y Canarias 7.
Pero, el Ayuntamiento de Arrecife, siendo Encarna Páez concejal de Fiestas, no dejó que nuestra reina, la Reina de las Fiestas de Titerroy, se presentara a la Gala para la elección de la Reina de las Fiestas de San Ginés. Una guapísima chica española, Yasmín García Ávalo, que vivía en Titerroy, que luego fue finalista del concurso de televisión “Supermodelo 2007”, no pudo aspirar a ser Reina de las Fiestas de San Ginés porque, cuando nació, su padre, argentino nacionalizado español, y su madre, Noruega, vivían en Noruega.
No voy a hacer valoraciones. Cada uno puede hacer la suya, según sus valores y su conciencia.
Y llegaron mis últimas fiestas como presidente del barrio. Las Fiestas de 2005 y las pregona Félix Hormiga (Antonio Félix Martín Hormiga). Uno de los primeros pobladores de la barriada de Tite Roy Gatra, en la calle Tisalaya.
Además, en el mismo acto Félix presentó el logotipo de la Asociación de Vecinos, o lo que es lo mismo, el escudo del barrio, que le habíamos encargado hiciera, basado en ideas sacadas de un concurso infantil convocado en las fiestas del año anterior. Como cada año, presidió el acto la entonces Alcaldesa.
En ese año, después de lo ocurrido el año anterior, no convocamos gala para elección de Reina de las Fiestas. Ese año, el domingo, por la tarde, tuvo lugar “la más entrañable de todas las ceremonias en honor del patrono de Titerroy” (escribía la Voz de Lanzarote en su crónica): La Gala de elección de la Princesa de las Fiestas. La crónica de La Voz de Lanzarote decía: “La Gala Infantil reunió al mayor número de asistentes, con permiso de la Verbena del Agua, y durante la misma se eligió a la Princesa de las Fiestas de entre un total de quince candidatas. La ganadora resultó ser una niña de 10 años, Leonela Cobo Aguilar. La banda se la puso la alcaldesa, María Isabel Déniz”. Sentenciaba la misma crónica de La Voz de Lanzarote.
¡¡Fiestas!!
Fiestas es tradición. Sin tradición, las fiestas no tienen sentido. Y, en Canarias, como supongo que igual será en toda España, cosas tradicionales en casi todas las fiestas son:
El Pregón, en el que estamos. El baile o la verbena (según lo queramos llamar). La Gala de Elección de la Reina de las Fiestas. La Procesión, cuando, como es en este caso, las Fiestas son en honor a una virgen o un santo, y casi todas acaban con los Fuegos Artificiales. Por ello, mientras tuve la responsabilidad de organizar nuestras Fiestas, siempre me gustó que así fuera. Pero, no siempre fue posible.
Las verbenas porque acababan con problemas, la procesión porque la Parroquia no lo consideraba oportuno, fueron dejando de celebrarse.
Lo que no dejamos que se perdiera fue los “fuegos artificiales. Bien es cierto que los últimos con muchas dificultades. No había dinero. Un año, en 2003, la Policía Local nos suspendió los Fuegos, porque unos vecinos de las 100 viviendas de Luis Braile denunciaron y, al parecer, la empresa que los tiraba no había establecido las medidas de seguridad, para el sitio donde se iban a tirara. Nada, la autoridad manda y no tuvimos que fastidiar. Para evitar ese contratiempo, los años siguientes se comenzaron a lanzar los fuegos en el morro de Altavista. Era más seguro y, además, la verdad es que se veían mejor en todo el barrio.
Lamentablemente, las tradiciones se van perdiendo. Y, con la perdida de las tradiciones, irremediablemente, las fiestas se van perdiendo. Entiendo que nuestro Ayuntamiento, el Ayuntamiento de Arrecife, no valora suficientemente, a mi juicio, las fiestas de los barrios. Y con los 1.900 euros que da a la Asociación de Vecinos para organizar las fiestas no se puede hacer mucho.
Organizar las fiestas de un barrio cuesta mucho. No solo en dinero, que también, sino en trabajo. Por eso, lamentablemente, en Arrecife, en los barrios, ya quedan muy pocas fiestas. Hoy por hoy, solo en Valterra, Maneje, Argana Baja, Tinasoria, algo en San Francisco Javier y Titerroy se siguen organizando Fiestas. Puede que sea lo aconsejable en los nuevos tiempos que estamos viviendo. Puede que el gasto de dinero no sea adecuado. Puede que los vecinos de los barrios ya no valoramos nuestras fiestas. En cualquier caso, a mi me genera nostalgia. No me gusta que se pierdan las fiestas de los barrios. Me parece que los barrios estamos perdiendo identidad y convivencia. Puede que sea por eso que llaman “globalización”, pero, a mi no me gusta.
Yo creo, firmemente, que las fiestas de los barrios, en cada uno a su manera, son muy importantes para la vida, la armonía, la convivencia y la salud como barrio. Por eso, cada uno de los 6 años que me tocó estar al frente de la organización de nuestras Fiestas, un importante grupo de personas muy entusiastas, nos dedicábamos, con mucho cariño, a prepararles las fiestas que a todos pudieran satisfacer.
En enero de 2006 acabó mi etapa y la organización de las Fiestas de San José Obrero ha pasado a ser responsabilidad de Ismael Montero y su equipo. Ellos han cambiado el criterio para nombrar el pregonero. Están en su derecho. Durante el tiempo que fui presidente de la Asociación de Vecinos, siempre tuvimos el criterio de no nombrar pregonero a “políticos” en activo. Era un criterio tan bueno como cualquier otro. Bueno, no me voy a quejar. Gracias a ese cambio de criterio, este año puedo disfrutar del honor de pregonar nuestras fiestas.
Así, es esta nueva etapa, las Fiestas de 2006 las pregonó el entonces Director General de Aguas de Gobierno de Canarias, Orlando Umpíerrez García, y en 2007 lo hizo Pedro San Ginés Gutiérrez, que entonces era el Consejero delegado de Centros Turísticos del Cabildo. En ambas ocasiones presidió el acto, con venía siendo costumbre, la entonces Alcaldesa, María Isabel Déniz.
Quiero aclarar que sé a ciencia cierta que ambos fueron nombrados pregoneros por ser dos jóvenes nacidos, criados y formados en Titerroy (concretamente, ambos, en el colegio Benito Méndez). No simplemente por ser “políticos” en activo. La Asociación de Vecinos les nombró pregoneros por ser valores personales de Titerroy, y por implicación y permanencia en el barrio. Lo sé.
Y el último año, el pasado 2008, la organización nombró pregonero de las Fiestas a José María Espino González, que fuera durante 12 años Alcalde de Arrecife y muchos años profesor y director del Colegio Benito Méndez. José María Espino, en su exposición, advirtió de la pérdida del valor de las fiestas de los barrios en la actualidad. Ello me hizo reflexionar. Por cierto, no asistió al Pregón el nuevo Alcalde de Arrecife.
Este año, como vemos, tampoco ha venido el Alcalde. Me pregunto, ¿Son los barrios de verdad importantes para este, nuestro Ayuntamiento?
Remontándonos a los inicios de las fiestas de nuestro barrio, entonces Santa Coloma, según se acredita en crónica del Eco de Canarias, fechada el 3 de mayo de 1977, firmada por Andrés Pallares, ese año pregonó las Fiestas de San José Obrero, Lorenzo Olarte Cullen, que entonces era presidente del Cabildo de Gran Canaria y de Mancomunidad Interinsular de Cabildos.
Más tarde, según me confirma Francisco Cabrera, en el 1990, la Asociación de Vecinos se acordó de “don Francisco, el Cura” (don Francisco González) para que pregonará las Fiestas. Después de más de 12 años fuera de la isla, “don Francisco” se volvió a encontrar con sus antiguos parroquianos de Titerroy, lo que me consta fue una alegría y celebración generalizada.
Luego, que yo haya podido enterarme, pregonaron nuestras Fiestas: Antonio Corujo en 1995, Andrónico Pérez en 1996, Juan Carlos Becerra en 1997 y Nuria Cabrera en 1998. Seguramente lo han hecho otros tantos pero, lamentablemente, no lo he podido documentar.
A propósito de las Fiestas de la nueva etapa, entre 1995 y 1998, cuando Francisco Cabrera, junto con Toña, fueron el alma de las Fiestas, recuerdo, con mucho cariño, un día, de abril de 1995 (siendo yo entonces Consejero de Deportes del Cabildo). Aparece, a la forma que es él, Francisco Cabrera por la puerta de la Ciudad Deportiva Lanzarote. Se dirige a mí. No estoy seguro de que me saludara, a su uso. Y me dice: “necesito unos trofeos para la Fiestas de Titerroy”.
Yo lo conocía bien. De barbero, de padre de Placido y Sandra, que ambos habían sido jugadores míos de balonmano, y de que siempre andaba moviéndose para cosas del barrio. Sobre la marcha llamé al operario que estaba al cargo del Almacén de la Ciudad Deportiva y le dije: “vete con este señor al Almacén y le das los trofeos que necesite”. Menos mal que no vino con un camión. Si no se lleva hasta la máquina para limpiar el suelo del Pabellón. Muchas veces lo hemos hablado, ¿verdad, Francisco? Cuando lo hablamos, lo recordamos con risas, y con nostalgia.
Volviendo a quienes me han precedido como pregoneros, he de decirles que de todos ellos, de todos los que han pregonado nuestras Fiestas, escuchando sus pregones, he oído historias y anécdotas que me ha permitido ir conociendo, poco a poco, mucho más nuestro barrio.
Todos ellos han tenido una relación intensa con Titerroy. Salvo Lorenzo Olarte, aquí nacieron unos, vivieron la mayoría, o realizaron una labor trascendental que, lógicamente, todos recordamos y valoramos. Todos ellos son parte inolvidable de la construcción de nuestro barrio.
Pero las fiestas de Santa Coloma, hoy Titerroy, tienen mucha más historia de la que les he expuesto. Según me han contado José Domingo José Robayna Castillo y Francisco Fajardo, nuestras fiestas comenzaron a celebrarse en el año 1965. Hasta el año 1979, se ocupó de la organización la entonces Asociación de Vecinos de Santa Coloma.
Luego, tras las primeras elecciones municipales, con la vuelta a los ayuntamientos democráticos, cuando José Antonio Santana Navarro (“Satoño”) es elegido concejal, la Asociación de Vecinos se desmoviliza y pasa a organizar las Fiestas el Santa Coloma, Club de Fútbol. Ese año era presidente del Club, y por tanto de la Comisión de Fiestas, Manolo Barreto.
Luego, desde 1980 hasta 1985, las fiestas se celebraron de la mano de Ginés Hernández y Leandro Martín, y un numeroso y entusiasta equipo de personas, con Antonio “Murray”, Pedro “El Recio”, Monso Bolaños, y otros muchos.
Recuerdo muy gratamente una anécdota, siendo Ginés Hernández presidente de la comisión de fiestas. Era el año 1982 y las Fiestas se celebraban en el solar de la calle El Bartolo. Allí acudí a ver la Gala de Elección de la Reina de Las Fiestas y, Marinina, la mujer de Ginés, que se ocupa de la Gala, me propuso formar parte del jurado. Éramos 7, creo.
En aquel entonces no se usaba eso de todos sentados en una mesa, ni, lo de reunirse todos en una mesa para votar. Así que, Marinina se ocupó de preguntarnos a los 7 por cuál de las candidatas votábamos. Por lo que fuera, recuerdo que ya estaban los otros 6 votos recogidos y la cosa estaba 3 a 3. Me viene Marinina y me dice, “Lorenzo, faltas tú. Está empatado, 3 a 3. ¿Por quién votas tu?”, Mi voto decidió que Ofelia Farray fuera ese año la Reina de las Fiestas de Santa Coloma. Ofelia era, y es, muy guapa, además de muy simpática y muy buena gente.
Un beso, Ofelia.
Ese año fui muy ilusionado a verla en la Gala de Miss Lanzarote, en las fiestas de San Ginés. Ofelia, que desde luego, como ya dije, era y es muy guapa, no tuvo suerte. Pero, todo Titerroy (Santa Coloma entonces) se sintió orgullosamente representado por ella.
Ya más tarde, a partir de 1987, asume la organización de las Fiestas, la nueva, y actual, Asociación de Vecinos Titerroy, constituida en enero de ese mismo año, siendo su primer presidente Vicente Barrera, y más tarde Toña Martín Zerpa, que este año se nos ha ido al cielo. Junto a Toña, Francisco Cabrera, el peluquero, siempre fue un incansable trabajador por las Fiestas de Titerroy. Gracias, Francisco por tu amor a Titerroy, y sus vecinos.
Según me han contado, y seguro que muchos de ustedes recordarán, las Fiestas empezaron donde hoy está el Hiperdino (que entonces era un solar). Pero yo eso no lo recuerdo. Algo si recuerdo de celebrarse en “la plaza”, que la cerraban con palmeras, para celebrar los bailes. También recuerdo que algunos años se celebró en La Plaza del festival de la canción de Santa Coloma.
Más tarde las Fiestas pasaron a volvieron a celebrarse en el entonces solar donde hoy está el Hiperdino. Cuando asumió la organización el Santa Coloma, Club de Fútbol. Luego paso unos solares en la calle El Bartolo, donde el “Santa Coloma” tenía su sede social. Detrás del entonces cine Hollywood.
También, dos años, se celebraron en la esquina de las calles Tilama y José Pereyra (al lado de la antigua panadería de Machín). Según me contó Ginés Hernández, el bueno de Machín, que siempre colaboró con el barrio, les prestó el solar.
Más tarde, estando ya Vicente y Toña al cargo, en el año 1987, las Fiestas volvieron a “la plaza”. Desde ese año y hasta la actualidad nuestras Fiestas andan entre la plaza Pío XII, la calle Alcalde Lorenzo Cabrera, y este año, de nuevo, aquí, en la “La Plaza”.
Como ya dije, para mí, la Gala de Elección de la Reina de las Fiestas, siempre me pareció un acto imprescindible en cualquier fiesta. Me podrán llamar anticuado, o lo que quieran, pero, me gusta. Además, en Titerroy siempre hemos tenido chicas muy guapas, y muy simpáticas.
Lo mismo que en 1982 hiciera Ofelia Farray, muchas mujeres muy guapas, y encantadoras, han representado, para regocijo nuestro, a Titerroy, a la belleza de las chicas de Titerroy, en las galas de Reina de las Fiestas de San Ginés, Miss Lanzarote, Miss Las Palmas, e incluso, Miss España. Seguro que todos los que tenemos cierta edad recordaremos que en 1981, Nieves Aparicio que fue Miss Lanzarote, luego, en 1982, Miss Las Palmas y ese mismo año, dama de Honor de Miss España.
Guapísima, y una extraordinaria mujer. Un beso, Nieves.
También recordamos que Chamaida Hernández fue Miss Lanzarote en 1999, que María del Mar Robayna Curbelo lo fue en 2000, y que Yaiza Castro fue Reina de las Fiestas de San Ginés en 1999.
Además, sin necesidad de haber participado en concursos de belleza, nadie duda de la valía, belleza y simpatía de otras mujeres de Titerroy como la afamada actriz Goya Toledo o la presentadora de televisión y polifacética, Yara de León. Muestra, todo ello, como ya he dicho, de lo guapas y simpáticas que son las chicas, las mujeres de Titerroy. Claro que, otras muchas son las virtudes de las jóvenes y mujeres de Titerroy. Aunque todas, representativas de ellas, unas más reivindicativas, con las chicas de la Asociación Juvenil “Fuencisla Espinosa” o María de los Ángeles, otras más luchadoras, como Toña Martín Zerpa, Mari Cruz, Carmelina Corujo o Ana Martín, grandes deportistas, como las chicas del equipo juvenil de balonmano del “San José” que 1985 fueron campeonas de España, entusiastas y profesionales, como doña Pura, maestra del Colegio Titerroy, o Tina Delgado, Gerente del Centro Comercial Arrecife. Todas, encantadoras. Buenas madres. Buenas mujeres, en definitiva.
De cosas de las fiestas que yo he vivido, también recuerdo con mucho gusto que en los años 2003, 2004 y 2005 decidimos que el cartel de las fiestas lo hicieran los niños del barrio. Para ello, organizábamos un concurso de dibujo en el que participaban todos los niños del Colegio Titerroy (entonces Sanjurjo Maneje). El concurso era posible gracias a la inestimable colaboración del Centro Comercial de Arrecife, que lo patrocinaba (gracias a la sensibilidad de Tina Delgado, su gerente). También colaboraba la concejalía de Educación del Ayuntamiento (gracias a la decidida implicación de Joaquín Caraballo, su coordinador de entonces,).
Aquel bonito concurso lo organizaba, con gran entusiasmo, el equipo directivo del Colegio, bajo la dirección, entonces, de Juan Armas. Gracias a todo ello, en esos años 2003 a 2005, De ese concurso, con un jurado formado por profesores, padres, expertos y gente del Ayuntamiento, seleccionábamos el dibujo que luego se convertiría en el cartel de nuestras fiestas. Además, encargábamos a la persona que decoraba el escenario que el dibujo ganador inspirara su diseño. Para ello, el diseñador del escenario, que varios años fue José Goñi, también formaba parte del Jurado. Es una actividad de las Fiestas que recuerdo con especial cariño y me emociona.
También hacíamos otro concurso para seleccionar la postal de Navidad del barrio. En este caso con el colegio Benito Méndez. Pero, eso, aunque muy, muy importante, no tiene que ver con las fiestas que hoy tengo el honor de pregonar.
Animo a la Asociación de Vecinos a que, si le parece, bien lo retome.
Todos los que hemos estado, en uno u otro momento, en la responsabilidad de organizar las Fiestas, siempre quisimos para nuestro barrio unas fiestas dignas. A razón de lo que meceré una población de 7.000 vecinos que somos. Siempre, todos, trabajaron mucho.
En mi época, trabajaban con mucha ilusión, sobre todo Francisco Cabrera, el peluquero, que siempre fue el alma de las fiestas. Pepa, Manolo, Minerva y Paco, con toda la intendencia. También Eloy y Cristina Marrero, que se ocupaban de todo el papeleo. Mundo de la Hoz con unas cosas, importantes, y Antonio “Murray”, con la recaudación, eran también imprescindible. Maribel, que junto a Chamaida y Ogadenia, muy atentas, se ocupaban de los invitados. Siempre estaban, para una cosa o para otra, Natacha, Chano Morales o Mari Cruz. Aportaban también su granito, muy importante, Tino Noda en el asadero, Ismael Montero en las galas, Santiago Torres con el Festival de Folclore, que se comenzó a celebrar en 1999 y que cada año ganaba prestigio, Mari Nieves, que gustosamente se ocupaba de todo el estilismo de las candidatas a Reina de las Fiestas, que, por cierto, hoy me ha arreglado el pelo y la barba para la ocasión.
Igualmente, siempre, unas menos y otras más, muchas empresas y comercios del barrio han colaborado, cada año, con las Fiestas. Cada una con lo que podía. Unas con dinero y otras con servicios o productos, que nos permitieron, año a año, hacer algo más de lo que, con el dinero que nos daba el Ayuntamiento era posible ofrecer a los vecinos en nuestras Fiestas.
No me olvido, pues fue siempre muy importante la profesionalidad y cariño con la que hacían su trabajo cada año gran parte del personal del Ayuntamiento. Por un lado la gente de Festejos (Fefo, Tejere, primero Cristina, luego Nuria), los carpinteros y los de iluminación, Pepe, Juan, Montelongo, David Robayna. Con gran cariño se implicaba siempre Rafa Valiente y todo el equipo de intendencia del Ayuntamiento. Igualmente, muy importante ha sido el trabajo de César Curbelo y su gente, de cultura del Cabildo, que nos montaban las casetas. También se han convertido en parte de nuestras Fiestas los chicos de Tecnosound. Aquí están hoy garantizando el sonido y la iluminación y con nosotros han estada, año a año, en nuestras Fiestas.
En las Fiestas de un barrio se pueden celebrar más o menos actos, pero, en las nuestras, en las Fiestas de Titerroy, considero imprescindible la aportación de muchos colectivos del barrio:
La Asociación de Mayores Cecilia Roldán, con la entusiasta de Carmelina y sus chicas, que organizan, desde hace muchos años, un acto, para mí precioso, que es la exposición de sus manualidades. Que siempre tiene un fin benéfico. Además del play back “Simpatía”, que con el nombre lo dice todo.
Ana Martín y su gente de su asociación Los Pinos de Titerroy con su play back (cuyo título que siempre me encantó por positivo: “Nunca es tarde si te lo propones”)
El Club de Fútbol Sala Tinache, con el incansable Ginés Leal al frente, que organiza cada año los torneos de “futbito” para los niños.
Los chicos del rock del Cacharro,… que desde 1999 organizaron el Festival de Rock de Titerroy, lamentablemente perdido, y que llegó a ser un referente importante del rock de Lanzarote.
Y, muchos años, doña Pura y los maestros del colegio Titerroy, que organizaban un teatro infantil muy bonito.
Además de estos actos, al menos para mí, es un acto especial de las Fiestas es las afamadas “24 horas de balonmano”, que desde el año 1976 viene organizando, año a año, el Club Balonmano San José Obrero.
Recuerdo muy bien que, durante mis años de juventud, y ya más grandito, hasta por lo menos finales de los años 90, solo me perdí dos veces “las 24 horas de balonmano”. La primera en 1978, porque estaba en “la mili” y la segunda en 1986, porque tuve que ir a Tenerife, en esas mismas fechas, con el equipo juvenil masculino a jugar el Campeonato de Canarias.
¡¡Qué tiempos!! ¡¡Qué noches aquellas en las gradas del “Poli”, sin dormir!!
Era tanta la pasión de los niños y jóvenes de Titerroy -y de todo Arrecife- por las “24 horas de balonmano”, que para muchos era más importante ganarlas, o simplemente, participar en ellas, jugando por la noche, claro, que ganar la liga oficial. Con muchos de aquellos niños y jóvenes, hoy mayores, y con muchas de sus madres, muchas veces he hablado, con nostalgia, recordando bonitos momentos, de la pasión por pasar esas noches en el Poli.
Como anécdota de esta pasión por las “24 horas de balonmano”, recuerdo – sería por el año 1997- que, estando Titerroy en fiestas, en la Plaza, me tropiezo con Acoraida Toledo, que estaba viendo los “cochitos”, como muchos niños del barrio. La saludo y me pregunta ¿Ya está el calendario de las “24 horas”? ¿A qué hora jugamos? Eso era lo más importante: Saber a qué hora jugabas, más importante que el rival.
Los jóvenes, y los niños, soñaban con jugar por la noche, mientras más tarde mejor. ¡¡Que amanecidas aquellas, en la Ciudad Deportiva (“en el Poli”) o en la cancha de Titerroy!!
Reconozco que en el “San José” vivíamos un poco la margen las Fiestas del barrio, pero todos sabíamos a qué acababa la verbena. No era difícil. En ese momento aparecía por “el poli” un montón de gente. Algo tomados, que luego nos hacían compañía hasta la amanecida.
Pero, vamos a acercarnos al momento actual. No me gusta como veo que derivan las fiestas de los barrios.
Por un lado, la falta de ayuda y poca sensibilidad por parte del Ayuntamiento, y, también hay que decirlo, la cada vez menor implicación de los vecinos en las Fiestas, (… nos hacemos cómodos y queremos que nos den todo hecho) está haciendo que muchas fiestas de los barrios decaigan, cuando no desaparecen.
Afortunadamente, las nuestras, las de Titerroy son de las más antiguas, y de las que se han ido manteniendo, aunque, y eso lo conozco bien, con mucho trabajo por parte de la Asociación de Vecinos, de la Parroquia, y de un montón de colectivos que las mantienen vivas.
Les animo a que no dejen, nunca, que nuestras Fiestas se pierdan.
Para ello creo que es imprescindible el buen entendimiento entre la Asociación de Vecinos y la Parroquia. Pero eso, en Titerroy, de siempre, que yo recuerde, desde las primeras Fiestas, siendo el Párroco don Francisco, siempre ha existido. Quizás algún rifi rafe hubo a inicios de los años 80, cuando las organizaba el Santa Coloma, siendo párroco Juan Ramón Vera. Al margen de ese episodio, que no creo llegara a mayores, luego, en la etapa de Vicente Barrera, Toña Martín y Francisco Cabrera, luego en mi época, y ahora con Ismael al frente, siempre, con quien primero contamos para empezar a organizar las Fiestas, ha sido con la Parroquia. No podía ser de otra manera pues, al fin y al cabo, nuestras fiestas se celebran en honor de nuestro patrono, San José Obrero.
Ya casi termino, pero, no quiero hacerlo sin comentarles cómo han ido cambiando nuestras Fiestas, y todas las fiestas de los barrios de Arrecife.
Recuerdo que al principio las Verbenas eran, en los primeros años que estuve al frente de la organización, el acto más costoso, más concurrido, y el acto más difícil para organizar, pues, conseguir orquestas (por lo caras que resultaban y porque en estas fechas estaban ocupadas con otras fiestas) era bastante difícil. Luego, apenas unos años después, el problema era elegir la orquesta de entre las que se nos ofrecían (pues las verbenas decaían en toda la isla y ya no tenían tanto trabajo). Por último, a las verbenas sólo venían jovencitos y se generaban problemas, hasta que decidimos dejar de hacerlas.
En 2005 la gente más mayor nos propuso hacer un baile. Lo hicimos, en el local del Santa Coloma. La verdad es que, quienes fueron se quedaron con ganas de repetir.
Este año la organización ha decidido recuperar los “bailes” y el sábado tendremos verbena.
¡Esa es la misión del pregonero! ¡Pregonar! Avisar de lo que se ha a hacer en las Fiestas.
Parece normal, pues las fiestas son música, y la música; baile.
A nuestras fiestas, muchos de ustedes lo recordarán, llegaron a venir hasta los cochitos, y, en algunos años hasta hubieron tómbolas. Pero, esas cosas se has ido perdiendo. Las cosas cambian, o quienes estamos al frente no sabemos o no podemos hacerlo de otra manera. En algo sí que mejoramos. Es algo que desde hace muchos años los vecinos han venido reclamando: la procesión del Santo. Este año, si Dios quiera, si que vamos a tener precesión.
Felicidades a Ismael Montero y a su equipo, y a todos los vecinos, por conseguirlo. Felicidades también a la Parroquia por asumir el clamor vecinal.
El típico “torneo de envite, de todas las fiestas en Lanzarote, en las fiestas de Arrecife, lamentablemente ha ido decayendo, por no tener un “Teleclub” donde hacerlo cómodamente. Nosotros, en Titerroy hemos logrado mantener el Torneo de Envite gracias a que lo organiza el kiosco de “la plaza”, con el clásico premio de un cochino para el ganador.
Lo que nunca puede faltar en las Fiestas son los juegos para los niños. Talleres, hinchables, gala infantil. Los niños, en las fiestas, son lo primero.
Pero, algo que de último se estaba convirtiendo en el acto más lúdico y popular, la Verbena del Agua. “Sin duda, el más multitudinario acto de toda la semana y el que más éxito tuvo entre los habitantes jóvenes de la zona” (escribía La Voz de Lanzarote en su reportaje de fin de fiestas del año 2005) ya no se va a celebrar. El ayuntamiento ha decidido que su gasto es muy alto. El ayuntamiento manda.
Voy terminado, pues, muchos de ustedes no han venido a oírme a mí. Muchos de ustedes, han venido a ver y oír la actuación de nuestro Taller de Folclore. Así viene siendo desde el año 2000, cada año, tras el pegón.
Recuerdo que el año 2005, Florián Corujo, que entonces era concejal de Cultura, me preguntó que de cuántos barrios era la gente que estaba actuando sobre el escenario. “No, Florián (le dije), son todos y todas (como los que luego de esté pregón van a actuar para todos ustedes) alumnos del Taller de Folclore de Titerroy”.
Para quienes no lo sepan, este taller fue creado en el curso 1999/2000 por la Asociación de Vecinos de Titerroy, y funciona con una pequeña ayuda del Ayuntamiento de Arrecife y con la pequeña cantidad que cada alumno paga, cada mes, para costear el pago del profesor.
Me despido ya, pero, no puedo dejar de decirlo: Como lo dije, ante cada alcaldesa, en los años que me tocó presentar al pregonero de las Fiestas, hoy quiero recordar, a quienes tienen en su mano la solución que:
Cada año, desde hace muchos, los vecinos de Titerroy, durante todo el año, pero más durante las fiestas, echamos en falta una sociedad, un teleclub, un centro sociocultural. Da igual como llamarlo.
En definitiva, que los vecinos de Titerroy reclamamos del Ayuntamiento un lugar donde podernos reunir más de 200 vecinos, y traer a nuestros amigos, familiares, invitados a compartir con nosotros nuestras fiestas, cómodamente. Sin pasar frio. Sin estar apretados. Donde se puede ver y oír bien. Dónde reunirnos para ver la tele, para hacer talleres, para celebrar bailes los domingos…
Para convivir. Para hacer barrio, porque Titerroy no puede ser solo un dormitorio.
Dicho esto, quedan pregonadas las Fiestas Patronales de San José Obrero, del barrio de Titerroy. Que las disfrutemos todos.
Y, las Fiestas de este año sean mejores que las de 2008, y que las de 2010 sean mejores que las de este año.
¡¡Felices Fiestas Patronales de San José Obrero!!
Titerroy, Arrecife, a 27 de abril de 2009