POR AUTOR DESCONOCIDO
(Fuente: Retransmitido por Radio Lanzarote)
Desde las rocas más altas, junto a las salinas del viejo Portonao, ondea una mano que dice adiós a un velero que pierde el horizonte. Mientras una lágrima cae por su mejilla, su boca murmura una frase que se hace monótona en todas las mujeres de los marineros: «Virgencita del Carmen, que no le pase nada y que vuelva pronto».
La Virgen del Carmen, es la compañera fiel de los marineros y sus familiares. Para los primeros, la acompañante firme en el mal tiempo a la que acuden cuando la mar les niega el sustento. Para los segundos, la confidente en las largas miradas al horizonte y las noches de espera.
En Valterra, barrio marinero de siempre, la Virgen del Carmen lo es todo. A ella acuden a mostrar sus respetos y pedir consuelo en los momentos más difíciles. Valterra no tendría razón de ser sin El Carmen.
En Julio, las calles empiezan a engalanarse con banderas y guirnaldas. El parque se viste de fiesta, y ya se notan los nervios de la comisión de fiesta. Están inquietos, no quieren que falle nada: los papahuevos, la banda, los voladores, las tracas y el barco a quien le toca este año embarcar la virgen. Uno diferente al del año pasado, para que no se enfaden. ‘lodos la quieren llevar.
Tenemos que hablar con el cura, para que se detenga en los puntos fijados, colocar las tracas y que recuerde que tenemos que ir al hospital, donde nos esperan los viejitos como todos los años.
En medio de este desbarajuste de cosas, todos volvemos a la realidad cuando una mujer le dice a otra: «… y de tu marido, ¿Qué sabes?» y esta le contesta: «… pues, de mañana a pasado llegan a puerto, el viernes comienza la fiesta y tu sabes que él, no se pierde El Carmen por nada del mundo…».
Y todos corren como locos al Socio, a tirar dos voladores. La fiesta va a empezar. Valterra, en peso, se dirige a la iglesia. El cura despistadillo, baja corriendo las escaleras y abre las puertas de par en par. La fiesta comenzó.
¡Viva la Virgen del Carmen!
PREGONES DE ARRECIFE 
