POR ANTONIO LÓPEZ SUÁREZ
(Trabajo presentado en el concurso del Pregón de las fiestas de S. Ginés)
ARRECIFE- ORILLA MARINERA
La vida en Arrecife es vida marinera. Siempre hay barcos anclados en sus orillas, barcos que, entre el muelle y la marina, a veces con las velas desplegadas se meten hasta rozar el Parque, formando -jarcias y flores- un cuadro de una belleza y originalidad difícilmente superadas.
Y arriba, en el aire, sobre las flores y las velas, sobre el mar y la orilla, un ejercicio de gaviotas baja y sube libremente. Se posan sobre las centenarias bolas del puente clásico ofreciendo una estampa altamente marinera que hace siglos se repite diariamente.
El Arrecife se abre acogedor a todos los barcos que llagan. Barcos de la propia flota arrecifeña que traen la riqueza a la Isla cuando las zafras se muestran propicias o traen la tristeza y el desasosiego cuando el pescado en las cercanías costas africanas, ha barlado el fiel engaño de las redes. En los años secos, sin lluvias el lanzaroteño espera el resultado de la pesca como última solución de muchos problemas.
Arriban a Arrecife los pesqueros de otras flotas cuando el tiempo sobre las costas africanas se hace tormenta. Es siempre el reducto donde vienen a parar. Y las calles se pueblan de marinos de otras regiones: andaluces pequeñitos y vivarachos componen una nota de color con su sesear, vascos fuertes con su habla no entendida, catalanes y gallegos.
PREGONES DE ARRECIFE 
