POR PACUAL CALABUIG PORCAL
«La verdad es que cuando a un lanzaroteño en cualquier parte del mundo que esté, le hablan de San Ginés, sobre todo en verano y con calor, lo asociará más que a nuestra Madre Iglesia, de cuyo fondo viene el nombre y la historia que celebramos… más que a eso, digo, el lanzaroteño lo asociará sin darse cuenta a una explosión de cariño tradicional, a un recuerdo de viejas gentes que en su día lo sintieron antes que ellos.
Unos lo difundieron de boca a boca, otros remendando redes, y también los más espabilados, que lo dejaron escrito en libros, homilías y pregones civiles para la celebración de todos los años.
Incluso en este 2013, cuando hay temporal, cuando hay crisis y cuando hay un durísimo camino que: ENTRE TODOS EMPEDRARON Y SABE DIOS QUIÉN TENDRÁ FUERZA Y HONRADEZ PARA DESEMPEDRAR, camino que habrá que recorrer, cogidos de la mano de cuantos quieran hacerlo para poder flotar, cada vez mejor…
Eso es lo que nos toca; y encima, puede que ahora piensen ustedes que le ha tocado también con este triste empezar, la presencia de un pregonero encorvado y con bastón que amargue su existencia PERO…. NI ES ASÍ; NI SAN GINÉS VERÍA BIEN QUE LE ADJUDICARAN UN PREGONERO LLORÓN.
Porque la función de un pregonero, la mía hoy, desinteresada y encima agradecido por todo lo que me honra Arrecife, su Concejalía de Festejos y su concejal Víctor Sanginés invitándome a pregonar es… una OBLIGACIÓN… difícil, pero muy simple: LA DE TRAER A LAS GENTES DEL PAÍS TODAS LAS BUENAS NUEVAS QUE PUEDA CON UNA SONRISA (Y DESPUÉS YA VEREMOS).
Y destacar de él, algo de todo lo bueno que tiene, que es mucho… mucho…, tanto, que no podré completar.
Así que se quedará fuera muchísimo más de lo que les sepa contar, porque no en vano Arrecife, capital de Lanzarote de cuyo Patrón les hablamos, es la tercera isla del archipiélago que debe albergar (de tontos sería decir lo contrario) debe albergar, digo, deseos de subir peldaños.
Y lo intenta, sabemos que lo intenta. Pero no sé si es que no sabe, no puede o… no le dejan.
De ahí entonces sale el remolino variado de calificaciones, no todas buenas, para quienes en un discurso o pregón agarren el palo y agiten la abandera en “pro” o en “contra” de algo. Que alaben un asunto y no estar en lo cierto.
Casos sí suelen dar suspenso a los inocentes pregoneros…. Como hasta creo que pueda pasar conmigo apenas me descuide y ME ESCORE COMO BARCO DE CARGA MAL ESTIBADA A LA BANDA DEL BEATO, ROSARIO Y CATECISMO EN LAS MANOS, O POR ASOMAR EN EL CAMPO DE LA POLÍTICA CON ALGÚN COLOR O CONTENIDO QUE NO SEA EL DE USTED, EL SUYO O EL DE AQUÉL DE MÁS ALLÁ.
Y HASTA PEOR AÚN QUE TODO ESO PUEDE RESULTAR PARA UN PREGONERO QUE NO SEA “NI CHICHA NI LIMONÁ”, o séase, PARA EL QUE NO HURGA EN LA LÍNEA DESEADA DE NADIE DE LOS QUE LE ESTÁN ESCUCHANDO EN CUYO CASO, LO QUE SE PUEDE ARGUMENTAR ES… ¡CHACHO!, QUE TE HAN FALTADO NARICES PARA DISCREPAR.
En mi caso está claro. Me han invitado por escrito, con respeto y sin condiciones y aquí estoy.
Libre y sin complejos porque si durante MÁS DE MEDIO SIGLO HE SIDO PARTICIPANTE CON USTEDES ENTRE MÚSICA, DESFILE, PESCA, FÚTBOL, IGLESIA Y VENTORRILLOS, y SI ENCIMA HE TENIDO LA SIEMPRE RESPETUOSA OSADÍA DE METERME DURANTE TODO ESE TIEMPO EN SUS … CASAS Y HASTA EN SUS CUARTOS; HOY ME APEO DE TODA ESA FAROLADA PORQUE LO QUE QUIERO y VOY A SER… ES SOLAMENTE PREGONERO.
Pregonero de las Fiestas de San Ginés, pensando QUE ÉSTE NI ES TINTO NI ES BLANCO NI TIENE RENCOR y que, como Santo que es, querrá ser neutral Y GRATUITO COMO YO.
Por eso pido perdón si no lleno y abundo en sahumerios religiosos y benditos milagros este salón del pueblo como sucede en otros pregones, porque de ello ya sé que se encarga con todo el saber del que es capaz, nuestro párroco don MIGUEL MARTÍN HERNÁNDEZ.
Comedido y prudente, a quién pedí permiso para pregonar a su santo y me respondió: ¡¡HOMBRE, POR DIOS!!, LA INGLESIA DE SAN GINÉS ES TUYA Y DE TODOS.
Y pido también perdón por anticipado, si tampoco cargo la mano sobre colores políticos como puede que tengan los que aquí estamos y a quienes, por cierto, agradezco la asistencia tan desbordante y respetable a las autoridades que nos honran. Saludo de nuevo a todos.
Desde estas (autoridades presentes) hasta los más modestos y necesitados de la feligresía de San Ginés, Santo éste que, puede que no solucione nada material pero que sí reconforta y fortalece simbólicamente el espíritu de quienes se “autoimponen” la intención de respetar a los demás como a sí mismos.
Y además, porque lo que yo conozco de San Ginés en Lanzarote es al San Ginés de todos. Festivo, el que SE ENCUENTRA a la gente con una sonrisa ya sea isleña, peninsular o extranjera, en una fiesta canaria, que recuerde aunque sea durante unos días, la de aquellos tiempos de los entornos del Puente de Las Bolas, y más allá o más acá, oliendo la mezcla de pescadería, salazón, sardinales, tomates, batatas, cebolla, y su ataque de amor a su tierra y trabajo del mar.
Mi ya viejo recuerdo de San Ginés es verlo convertido en panal que en agosto atraía y sigue atrayendo a una mezcla de profesiones y “modus vivendi” muy singular, mezclado cada vez más a hombres y mujeres de carrera y políticos con pastores y campesinos.
Y ahora, aunque sea con la flota encogida como está, a tantos marineros que conocí dispersos navegantes, llegados de millas afuera, a veces con dinero fresco de la última marea, para recorrer junto a sus niños los juegos de los feriantes y sus ventorrillos, oliendo a fuerte taperío “autóctono” con enyesques, aceites quemados y mojos junto a las parrillas del carbón encendido o las cocinillas de gas.
Y yodos esos dulces tradicionales que van envueltos en papelinas de colores.
Y no quiero olvidar, ni silenciar, el recuerdo a los viejos y sacrificados pescadores de la costa, amigos míos, que hacían el retorno proa a Arrecife y San Ginés atesando fuerte las velas para llegar pronto por cuanto queda dicho, pero además, también, por la guinda de sus vidas:
QUE ERA LA DE CAMBIAR LOS BANDAZOS DEL BARCO EN LAS NOCHES DE LA MAR POR LOS BANDAZOS DE LA CAMA DE LA CASA, MÁS BLANDOS Y AGRADABLES CON QUÉ DISFRUTAR.
Así pues, dejemos para el Clero y los responsables de la política, la historia, la oración y los muchos milagros que hizo San Ginés, y bajemos juntos, como en el “todo a uno” a este mundo de hoy que es el que hay, declarando: que a estas horas y cargando tantos años como los que uno carga, poco de lo que suceda, de lo que digan o pudieran decir, me puede sorprender con lo que viví.
Y, por otra parte, mucho pudiera enseñar YO, SI ACASO SUPERA HACERLO –QUE NO SÉ-, tras haber pasado por el propio Lanzarote y su gente mayor, por MONTARQUÍAS, ANARQUÍAS, REPÚBLICAS, ALZAMIENTO, GUERRA, DICTA-DURA, DICTA-BLANDA, TRANSICIÓN, INDEPENDENTISMO, AUTONOMISMO… Y no sé cuántos perfiles más sin que todavía, a estas horas, haya parado el baile de iniciales y programas, con el interés que, eso sí, invocan todos con la ilusión de conseguir UNA ESPAÑA, UN MUNDO, UNA LANZAROTE IDEAL Y MEJOR.
Todo ese lío, mientras aquí sigue San Ginés con lo de siempre, sin tirar ni coger, unas veces con más o menos jamón con mantequilla pero bien visto y querido como es, sin envejecerse como envejecen ustedes… (y yo, claro).
Y hasta los centenarios castillos que SE CONSTRUYERON PARA DEFENDERNOS DE LOS QUE VENÍAN DE P’A FUERA Y AHORA vemos que los cuidan, limpiean y adornan no para impedir cualquier llegada, sino para PROVOCAR QUE VENGAN MUCHOS MÁS (si son turistas mejor).
De todas formas, mirándolos con cariño, esos castillos aún han de defender además del turismo, algo importante: cuanto menos, y no es poca cosa, el recuerdo de la valentía que tuvo en el pasado un pueblo pequeño como un “arrecife” para plantarse, aunque fuera con los… BUCHES, contra el que se quisiera jeringar, ¿qué pasa?
Bien, pues ha pasado todo eso y seguirá lo que pueda pasar de bueno o mejor. Y SAN GINÉS, CON AGOSTO Y SU GENTE AQUÍ SIGUE Y SE REPITE.
Con todo eso voy mezclando por mi parte desde hace 69 años que llegué, como informador, por la prensa, la radio y la televisión, que aprendí aquí, medios que me permitieron frecuentar en el deporte el nombre de San Ginés, y a visitar Arrecife, la capital de la isla donde estoy y donde vivo, y a la que recuerdo HABER LLEGADO POR EL CIELO CUANDO SU AEROPUERTO DE GUACIMETA AÚN NO TENÍA ASFALTADA SU PISTA, Y POR MAR, CUANDO SE EMBARCABA Y SE DESEMBARCABA MI COCHE SIN MÁS MAQUINARIA QUE LA CHIRRIANTE MAQUINILLA, CON SU PLUMA AQUELLA QUE LO ELEVABA ESTIBÁNDOLO EN CUBIERTA PARA QUE SE BAÑARA EN EL TRAYECTO JUNTO A LOS SALTOS DE LOS DELFINES DE LA RUTA, O LOGRABA METERLO CON SUERTE, Y A PIQUE DE “ESCOÑARSE” DENTRO DE LA BODEGA DE LOS MENUDOS CORREÍLOS.
Y… fíjense ustedes cuánto se le puede agradecer a San Ginés, (el de los deportes) fútbol, vela, lucha, balonmano y todo lo de la vida de una capital sobre la que levita su nombre), que por culpa de su primer Trofeo, aquel de 1953, los aficionados conejeros vieron aquí por primera vez en su campo de tierra y polvo (no recuerdo si le llamaban el Rancho Grande o por la actual calle de Triana) a los de la U.D LAS PALAMAS DE 1ª división (FUERON LOS PRIMEROS DE AQUEL TIEMPO), Gorrín, Castañares, Cástulo, Juanono, Nagy, Ignacio, Naranjo, Peña, Alorda, Torres, Fariña y Santiago.
Creo que el único que aún vive es Gorrín de Tenerife.
Con ese encuentro quedó el torneo instituido como programa de San Ginés para siempre, llegando a ser el más viejo de España. Este año no lo tenemos, pero era NÚMERO SIEMPRE IMPORTANTE EN EL PROGRAMA PORQUE HACE SOÑAR A VECES QUE EN EL AVENDAÑO PORRÚA SE DERROTÓ UNA VEZ AL TENERIFE DE 1ª, QUE SE LE HIZO SUDAR MUCHO A LA UD; QUE CASI SE LE ARROLLA AL REAL MADRID EN LA COPA, Y QUE AL SEVILLA, POR PRECAUCIÓN NO LE DIO VERGÜENZA MOSTRAR MIEDO NEGÁNDOSE A JUGAR EN ARRECIFE CONTRA ¡SAROTE! ¡SAROTE! SOBRE CÉSPED ARTIFICIAL, RAZÓN POR LA QUE LO HICIERON EN EL INSULAR GRAN CANARIO, RECIBIENDO ALLÍ UNA OLEADA DE SOLIDARIDAD DE LOS AFICIONADOS.
Recordaré que años antes, en 1954, en plena efervescencia pública, se sumaron Gobernador Civil y Ayuntamiento de Arrecife con invitación a periodistas de la capital (Antonio Lemus y un servidor), que lo habíamos promocionado en la más destacada información del Archipiélago.
Tanta fue la promoción que en noviembre de aquel año se producía para Lanzarote la histórica primera salida en bloque de su equipo invitado a jugar amistosamente fuera, y jugó en el Estadio Insular. (Cosa aparentemente tonta contada ahora, pero que en cambio les cuento yo como importante de entonces, que era la primera vez y eso, hasta lo más modesto y simple, siempre queda como histórico).
Si curioso fue el salto, más lo siguió siendo su aquellos futbolistas conejeros con su presentación en sociedad ganaron una gran experiencia añadida puesto que aquel mismo día, tras jugar en el Estado insular de teloneros del programa, quedaron como espectadores de honor del choque oficial que seguía de 1ª división U.D. Las Palmas y Atlético de Bilbao –cuyo empate (3-3) presenciaron los conejeros, en palco preferente y que encima vivieron para recuerdo especial el más pintoresco escenario de un campo de fútbol invadido de langosta africana como jamás se ha conocido, viendo pasar a aquel hambriento ejército por encima del verde césped, no dejando atrás si no tierra limpia y, como dicen ahora en las finanzas SIN UN SOLO BROTE VERDE.
¡¡qué cosas tontas para un pregonante, tanta autoridad y tanta gente!!, ¿verdad?
Pero ¡ojo! No es una casualidad, porque ésas son las cosas naturales que quedan limpias de cualquier reserva y mal guiño en el tiempo y funden y aprietan los lazos de unión y recuerdo entre pueblos y personas. Verán si las unen.
Yo conté todo eso una vez hace unos años en el César Manrique a muchos alumnos.
Meses después recibí la revista universitaria ULTRAMAR que reprodujo íntegra LA CONFERENCIA. La había copiado un alumno. Recuerdo que entonces, al terminar, me la había pedido un niño para imprimirla, diciéndome (LO QUE SON LAS COSAS), que era nieto de aquel alcalde Don Ginés de la Hoz, seleccionador que eligió a los juveniles lanzaroteños de entonces (¡1954!)
¡QUÉ HABRÁ SIDO DE ELLOS, SEÑOR!
Ya no sé si vive el seleccionador ni tampoco Don Narciso y Don Óscar Fábregas, que les acompañaron en el viaje. Y lo que es más emocionante para mí es que, ahora, 59 años después de aquellos rebotes del SAN GINÉS, puede haber aquí, entre nosotros ahora, alguno de los DOCE niños aquellos que a bordo del correíllo León y Castillo hicieron el sonado PRIMER VIAJE DE SU VIDA y quiero citarlos aunque sólo sea por sus nombres porque no encontramos sus apellidos. Alguien los recordará, sé que hacer unos años que se reunieron (los que aún vivían) para celebrar un aniversario en el Castillo de San José.
Fueron: ROMÁN (a quien sí he escrito alguna vez), CHAGO, HERACLIO, FONTES, ISMAEL, GINÉS, TITO, PERICO, FALO, HERNÁNDEZ, BETANCOR Y CAYETANO.
¡Qué bueno sería que alguno de los que aún viva (que los debe haber aunque tendrá que ser con más de 77 años sobre sus costillas) estuviera aquí ahora, reviviendo aquel sueño tan pegados a esta fecha de otro San Ginés!
Son sucesos que por su humanidad siendo sencillas se hacen grandes.
Y parecerá grande también al propio San Ginés ver cómo poco a poco, los hombres y mujeres de Arrecife, aquel pueblo que él (San Ginés), cargado de fe invadió místicamente por la mar serena de un charco, le supo responder, convirtiéndolo en el paso de millos de kilos de sal, cebollas y cuantos productos de la mar y de la tierra merecían ser exportados a bordo de barcos de cabotaje, veleros de los que poco a poco se ha destacado su heroicidad porque eran héroes de la vida sin darse cuenta.
Y Arrecife, este cacho de sencilla tierra con actividad de puerto y con artistas lustraron sus puertas y su condición de importante base pesquera dentro y fuera de Canarias, se convirtió por los méritos propios de sus gentes profesionales y empresarios, con el patronazgo de San Ginés, en la capital de Lanzarote.
TODO ESO Y LA CÉDULA DE BELLEZAS TURÍSTICAS DE SU IGLESIA ES APABULLANTE Y NADIE QUE TENGA LA OPORTUNIDAD DE RECONOCERLO PODRÁ SILENCIARLO Y MENOS AÚN EL PREGONERO DE TURNO.
PERO YO, aparte de eso, LO QUE QUIERO DESDE EL PRINCIPIO, ES ASOCIARME EN MI PREGÓN AL HOMBRE Y LA MUJER CONEJERA, Y NO CON LO MATERIAL, SINO MÁS BIEN CON LO INTANGIBLE Y SENTIMENTAL a ese POR QUÉ, SIN NINGUNA OBLIGACIÓN NI BENEFICIO, SURGE ESE BARULLO EMOCIONAL EN LAS QUE COSAS QUE PARECEN SURGIR DE LA NADA PARA INCRUSTARSE EN EL CORAZÓN Y SENTIMIETNO DE LAS GENTES LIGADOS A ESTE SAN GINÉS QUE SURGIÓ (según dice la historia que leía siendo niño) COMO CUADRO FLOTANDO, NAVEGANTE SOBRE EL CHARCO…
EL CHARCO QUE ACABÓ SIENDO Y ES EL CHARCO DE SAN GINÉS.
“NADIE LE HABÍA LLAMADO, NI A NADIE HABÍA LLAMADO ÉL”. VINO COMO QUIEN NADA. NADANDO VINO.
Se metió como cualquiera de las pequeñas cosas que acaban cautivándonos y que, aun siendo nuestras, son de los demás o a la inversa, de los demás pero nuestras.
Que no hay para un conejero fiesta ni patrocinio alguno más variopinto en su celebración, ni perfil tan marcado en Canarias que éste para el hombre o la mujer.
Porque es difícil decir SAN GINÉS en el archipiélago, y aun estando fuera, que no asocies enseguida el nombre con su fiesta, y hasta con sus torneos históricos del deporte canario; por la lucha que tantos puntales parió EL FÚTBOL, del que ya hice referencias de su origen vivido, que no inventado.
Y vela, de la que ya en mi comienzo profesional deportivo tuve que estar atento a los rastreos nocturnos y de madrugadas con Rafael del Castillo, radioaficionado que saciaba la curiosidad y atención de los familiares de Gran Canaria, de Tenerife y Lanzarote sobre la difícil travesía afrontada (COMO HICIERON TAMBIÉN SUS PROFESIONAMES DE LA NAVEGACIÓN Y DE LA PESCA) con pocas garantías y peores materiales que ahora, cuando había retiradas, roturas, embarrancamientos o pérdidas de norte o destino (alguien llegó a recalar en Añadir y hasta uno llegó a perderse en la punta de la JANDÍA majorera).
Con todo esto sonaba San Ginés. Sin faltar siquiera la tradicional simpatía de los “jalateros”, nuestros ingenieros navales en embrión de quienes siempre hemos pensado que su sueño empezaba por tener un superyate de lujo y fueron bajando la ambición hasta el bote, falúa, la chalana, la tabla de surf y al final se queda con la hojalata, soldando despojos de depósitos de aceites o pinturas.
Todo eso ha servido para convertir San Ginés y Arrecife en gran núcleo de intenciones que van desde las religiosas a las deportivas y las del ambiente familiar y sencillo tanto y tan lejos de protocolos que me hace recordar la inocente anécdota de aquel cura (Berto), Heriberto Martín Molina, a quién el señor Obispo de Canarias destinó a la Parroquia de Teguise, de la que dependían otras varias, entre ellas la de La Vega y la de la Graciosa, mar afuera.
Y un día DE TODOS LOS SANTOS, este Berto titular de Teguise, se comprometió a ejercer en el cementerio de La Graciosa a la que llegaría temprano acompañado de otro familiar para el acto del día con plegaria mirando al cielo, que, (Está dicho) es nuestra definitiva patria general donde están los que ya no tenemos en la tierra, recordando entonces desde allí a conocidos y desconocidos en esa patria estén.
Y cumpliendo su compromiso llegó el cura a La Graciosa y desembarcó con todos los pasajeros del barco de mi amigo Romero que se fueron dispersando. Aun así, allí quedaba en la explanada de Caleta del Sebo un grupo de gente con un jeep en macha preparado para llevar rápido hasta el lejano cementerio al cura suplente de Juan Carlos, a quien no encontraban.
NI LLEGÓ, DECÍA EL HIJO DE MARGARONA… Que era encargado esta vez deñ traslado inmediato al Camposanto.
¿CÓMO QUE NO LLEGÓ? TERCIÓ BERTO EL CURA DE TEGUISE. SI SOY YO Y ESTOY AQUÍ CON USTEDES
Y es que no lo habían reconocido.
Lógico porque Berto, aparte de lo sacerdotal que bíblicamente pudiera obligarle siguiendo el ejemplo del maestro a ser pescador de hombres en nombre de Dios, también era y es todavía, pescador de caña, pescador de sargos, por eso apareció con su cuñado vestido de pescador con la cachucha puesta, el zurrón o morral colgado y las cañas al hombro. Y cada uno llevando además ese balde grade y blanco como los de mantequilla para meter el pescado dentro y guardar la carnada que usamos los pescadores.
¿QUIÉN IBA A CONOCERLE? ASÍ, NADIE.
Pero él cumplió como buen cura. Durante la mañana alegó en el cementerio felicitando a todos los santos vivos y muertos, conocidos o no, y después, cumplida su función sacerdotal; desde el mediodía con sus pescados, cañas y macutos, disfrutó hasta el anochecer sabiendo que mañana… Mañana será otro día.
Por todo eso tan así y queriendo hablar de cosas sencillas me ha salido al paso este recuerdo celebrando a San Ginés, al que yo quiero pregonar y pregono, pero no entre silencios, lágrimas, misterios y rogativas, sino como metido en una gran coctelera de la cual el santo está con nosotros, está contigo, conmigo, con todos en la oración (pero también en los festejos), en donde merece, ¡por qué no!, ser paseado con honores en su día seguido de feligreses con ropajes, con o sin corbata, con sandalias o hasta con botas de agua, como cuando baldeaban la cubierta del barco antes de volver a la costa.
Y es que San Ginés, a pesar de los ropajes, creo que es así como se da la impresión de ver un buen santo para pobres y ricos.
Por todo eso y porque soy de deportes elegí por una vez el hablar de lo más sencillo de San Ginés y no de la historia de templos y rezos, que tanto quiero y respeto, pero es que así me da la impresión de que, con el pistoletazo de su fiesta de San Ginés que comienza hoy, intuyo que entre muertos y vivos, familiares y deportistas, grandes y chicos de ayer y de hoy, son miles y miles los que estamos viviendo emociones en los sangineles del fútbol, vela, balonmano y todas las especialidades acogidas en el programa de fiestas de San Ginés, QUE ES SANTO Y SEÑA Y PATRÓN DE ARRECIFE. ESE PUEBLO QUE COMENZÓ SIENDO EL PUERTO, SIGUIÓ SIENDO ARRECIFE (UN PUEBLO DE LANZAROTE) Y ACABÓ SIENDO SU CAPITAL CON UN SAN GINÉS QUE SUPO NAVEGAR (NAVEGANDO VINO), AUNQUE FUERA ESTAMPADO AGARRÁNDOSE AL MARCO DE UN CUATRO FLOTANTE.
SÍ, COMO UN MILAGRO, PUES SI LO PIENSAN BIEN, TODO LO DIVINO DE LA IGLESIA Y DE SUS SANTOS SIEMPRE SERÁ UN MILAGRO.
COMO LA MISMA VIDA DEL HOMBRE Y LA MUJER.
PORQUE LAS COSAS YA NOS HACEN PENSAR QUE SÓLO VIVIR YA ES UN MILAGRO.
ASÍ QUE ¡¡VIVAMOS!! POR ESO ARRECIFE LES INVITA A VIVIR SAN GINÉS.
Señoras, señores… Hasta aquí llegó el pregón.
AHORA LO QUE TOCA ES LA FIESTA Y LA DIVERSIÓN.
¿Llegará?, ¡¡claro que sí!! ¡¡pués no faltaba más!!
¡¡QUE VIVA SAN GINÉS!!»