POR LOS DIABLETES
(Leído por Francisco Hdez. Delgado
Ya nació el Carnaval del Arrecife
El Charco es su corazón
Vino de la Geria su sangre
Y la Alcaldesa su patrón
Arrecife abre las puertas de la fiesta del Carnaval, del Carnaval de Lanzarote. Una isla que conserva los más puros rituales mágicos del Carnaval popular.
Este año son los Diabletes los protagonistas del inicio de las Fiestas. Fiestas cuya magia se inspira en J.C., Roma clásica. Pero la verdadera magia del carnaval de Lanzarote, no sale de una chistera, porque de esos menesteres ya se ocupan los políticos. La Historia y la tradición es un patrimonio del pueblo y el pueblo aporta los diablos y los buches.
Diabletes y Buches que arropados por las parrandas, mascaras, murgas y comparsas, forman las señas de identidad de un carnaval que lo hace distinto a todos los demás.
Roma llega al Arrecife
Y Arrecife se viste de fiesta
Pongamos corbata a las miñocas
Que se vistan de anguilas conejeras
El Carnaval cuyos orígenes se remontan a las antiguas fiestas conocidas como «bacanales» en honor del Dios Baco, Dios del vino y las «saturnales» dedicadas a Saturno el Dios de la siembra y la cosecha. El barco que sobre unas ruedas intervenía en las bacanales era el «carrus navales», que los romanos llamaban «car navalis». Del paso de esta fiesta pagana al cristianismo nació la «carne vale» el adiós a la carne, y los portugueses en su camino hacia Canarias nos aportaron el ENTRUDO las Carnes- Tolendas.
Lanzarote una isla azotada durante muchos años de su historia por el hambre y la miseria, encontró en los carnavales la oportunidad de romper los moldes establecidos por una sociedad en la que las diferencias sociales eran muy grandes.
Tan grande eran las diferencias
Que tardaron años los ricos
En saber como era
El carnaval de los pobres
Y los pobres aprendieron enseguida
Lo bien que comían los ricos
Los carnavales de Lanzarote siempre han destacado por esos rasgos que mantienen viva la dependencia con las creencias, ritos y fiestas de sus antepasados; Diabletes y Buches, enlazan la inspiración de esta Roma Clásica con todos aquellos elementos que a lo largo de la historia de la isla, se han ido incorporando al carnaval.
Los libros del Cabildo de Lanzarote de los años de 1600, nos hablan ya de «Carátulas», de danzas, de diabletes o de la ropa de los diablos que si bien están integrados en otras fiestas son sin embargo los elementos que darían pié al verdadero carnaval popular de Lanzarote.
El carnaval de Arrecife refleja de un modo especial la tradición marinera de su población. El regreso de los marineros al puerto del Arrecife en estas fiestas era un baño de alegría, que mitigaba en parte el dolor y la miseria que vivieron durante tantos días del año.
Las cuatro esquinas era el centro de reunión donde se iniciaba el bullicio carnavalero. Ni las prohibiciones de la Guerra Civil, pudieron cortar el deseo de participar en los carnavales del Arrecife, se cambió el nombre de las fiestas, pero no pudieron impedir ni cambiar la alegría, de los duros hombres de la mar del puerto del Arrecife.
Los bucheros con sus mas de trescientos años de historia evocan el carácter alegre y marinero de aquel Arrecife del Charco, de Argana, del Corral de Guirres, de la Playa de la sal, de Las Rosas, de Arguija, de Gambuela, de Maneje y de la Punta de la Lagarta.
Hoy cuando pregonamos estas fiestas del carnaval, también pregonamos la alegría de las familias del Arrecife, aquellas que recuerdan abrir las puertas de sus casas a las parrandas para invitarlas con truchas, torrijas o las famosas tortillas carnavaleras de Arrecife, elaboradas con huevo, agua, matalahúga, leche, harina, azúcar y decoradas con miel negra.
Hoy, cuando el aire nos marea con los olores de hamburguesas y perritos, recordar las truchas nos hace sufrir y soñar con las verdaderas torrijas nos hace llorar.
El doctor Verneau, describió en su visita a Lanzarote el carnaval del siglo XIX, destaca la animación durante todo el día de los vecinos de la ciudad del Arrecife.
Dice Verneau, «Durante el carnaval las calles de Arrecife presentan una animación que no hubiese sospechado viendo el silencio de muerte que allí reinaba una semana antes»
El carnaval se convierte en un escenario en el que se transforman todos los papeles y valores imperantes. La representación invertida de la realidad, está presente en gran parte de la tradición popular, el cacique o amo ocupaba siempre una posición contraria a la mayoría del pueblo. El carnaval es un mundo invertido, donde la efervescencia social construye todos los sueños posibles, son dueños de la calle, reyes de la sociedad, hombres y mujeres sencillos se transformar inyectados por ese volcán interno que produce el vivir en Lanzarote, son protagonistas de una fiesta que se hace espectáculo.
Y si con letras y música se manifiestan las murgas y las comparsas, hay personas que han sido y otras que lo siguen siendo, protagonistas de la historia de los carnavales del Arrecife, como Camilo González pregonero en 1858, y nombres que a modo de pregoneros carnavaleros nos animan y nos recuerdan que es no solo obligado sino saludable divertirse por carnaval, Ceferino Hernández, Gerardo Cabrera, Juan Negrín, Gabriel Cabrera, José García, Juan González, Narciso Fuentes yesos espacios que fueron y son plataformas de irradiación de la cultura y las tradiciones como La Democracia, el Torrelavega, el Casino o la Casa del Miedo y sobre todo la gran familia murguera cuyos ojos y manos se multiplican durante tantas noches, para presentar sus mejores galas.
Este pregonero les invita no solo a abrir las puertas de vuestras casas para que entren las parrandas y mascaritas, sino abrir también vuestros corazones como siempre, para recibir a los miles de visitantes.
El pregonero se va Que comience el carnaval