POR LOS «RE-LA-MI-DO» (SALSA VERDE)
Excelentísimas Autoridades, señorita Reina del Carnaval de Arrecife 2005, vecinos, turistas, curiosos, y transeúntes que en estas fiestas se acogen a la hospitalidad lanzaroteña.
Tengo que decir en honor a la verdad, que nunca estuve tan bien acompañado como 10 estoy esta noche delante de esta impresionante belleza, la Reina del Carnaval 2005, y digo para empezar, porque cuando nos propusieron que fuéramos los pregoneros del Carnaval 2006, en principio nos asustó un poco dado que no estamos acostumbrados a hacer este tipo de actuaciones, porque de todos es sabido que nuestro fuerte es la música. Pero después de pensarlo un poco dijimos por qué no, si estas son nuestras Fiestas y con ellas nació el Círculo de Amigos de la Música. Por lo tanto, es para nosotros un gran honor ser los Pregoneros del Carnaval de este Año 2006. (Música)
Luego de esta breve presentación, queremos hacer un pequeño recorrido por los carnavales de nuestra ciudad, haciendo especial mención de algún personaje, que por sus ocurrencias y buen sentido del humor, hicieron que estas fiestas evolucionaran a lo que hoy son, aunque con toda seguridad se nos olvidará alguno.
De todos es sabido que durante muchos años estas Fiestas estuvieron prohibidas es decir, no se podía salir vestido de máscara por las calles y las fiestas se limitaban únicamente–a los bailes que celebraban las sociedades privadas como La Democracia de la calle Real, que por cierto, hubo que cambiarle el nombre por el de «Círculo Mercantil», cosas típicas en aquella época, por no decir «Mariconadas de D. Paco». También se hacían bailes de disfraces en el Torrelavega y en el Casino de los ricos, donde bailábamos con la venia de las madres de aquellas muchachas que estaban en edad de merecer. Después con la euforia de la noche y con dos copas salíamos a la calle luciendo sábanas y con un trozo de velo en la cara hacíamos el disfraz. En estos bailes todos éramos conocidos salvo aquellos listillos que se tapaban la cara para hacerle alguna trastada al amigo, es decir, hacerte pasar por chica y bailar con él, para que te invitara alguna copita de alcohol, lo peor venía cuando al arrimarse poquito a poco, se daba cuenta del engaño por haber sentido algo extraño «¡coño!» hasta me ha salido un pareado.
De aquella época me acuerdo especialmente de las ocurrencias que en un maletín sacaba entre líneas Ceferino al que conocíamos como La Pelona porque era calvo «claro», aunque esta última frase me suena a un anuncio de Televisión, no se por qué.
Entre pitos y flautas, algún que otro disfraz y alguna que otra copa, nuestros Carnavales fueron evolucionando, es decir, a alguien creo recordar que fue a D. Manuel el Gallego, se le ocurrió cambiar el nombre de los Carnavales por el de «Fiestas de Invierno» valiente jilipollés, pero o lo tomas o lo dejas y no hubo más remedio que entrar por el aro. Así comienzan nuevamente a celebrarse los carnavales en la calle, aunque mucho más modestos, los de hoy son un lujo.
A finales de los años 60 principio de los 70, se formaron muchos grupos de carnavaleros, como La Casa del Miedo, una murga que se llamaba «Los Indultados», una comparsa que ensayaba Tito Arroyo, también nosotros que formamos una charanga con instrumentos de verdad y recorríamos las calles de Arrecife con el nombre de Re-La-Mi-Do.
A partir de este momento y llevados por el afán de diversión y el ambiente sano que se respiraba, el índice de participación de la población fue en aumento año tras año y de esta manera se fue enriqueciendo, sin apenas darnos cuenta, la Fiesta más señalada de nuestra Isla. Y para rememorar estos tiempos pasados, nos encontramos aquí algunos de los antiguos componentes Re-La-Mi-Do, junto con Salsa Verde que nos harán recordar aquella época, con la interpretación del tema que fue Himno de la murga. (Música)
Esta intervención me ha traído a la memoria el recuerdo de algunos componentes, mención especial a nuestro primer Director el amigo José Sabina, nuestro inolvidable Miguel Cabrera (cariñosamente conocido como «Tito el bonito»), José Ostio (conocido como «Pepe Sucona») y Oscar Cabrera, – todos ellos fallecidos … algunos que todavía viven como Juan Negrín, Pedro Guadalupe, Rafael Cullen, Carmelo el peluquero, El Veneno (cariñosamente conocido nuestro banderas) y algunos más, con el recuerdo muy especial para nuestro amigo Gerardo Cabrera «El Pianista».
Recuerdo que siempre destinábamos el primer domingo de carnaval para visitar a nuestros mayores en el Hospital Insular, donde tocábamos para ellos y le llevamos refrescos, golosinas, ropa, etc. Gerardo vestido de vieja siempre se nos adelantaba y acostándose en alguna cama del Hospital, se hacía pasar por una de ellas, y nos la pegaba año tras año.
A trancas y barrancas, más «Trancas» que barrancas, fueron pasando los años y, vuelta a cambiar el nombre por el de Los Carnavales, como tiene que ser, que diría un buen amigo, y el pueblo comienza a integrarse y animarse a participar en estas fiestas, así vemos que se formaron infinidad de grupos, murgas, comparsas, batucadas, carrozas y grupos familiares que sería imposible enumerar, de gran categoría y colorido, como tiene que ser un Carnaval que se precie.
Desde aquí y, para ir finalizando con el pregón, animamos a todos los asistentes, amigos del carnaval, murgas, comparsas, así como a todos los habitantes de esta Isla, a que participen sanamente, sin demasiado alcohol, buena armonía y como está de moda sin fumar, para así poder disfrutar de estas fiestas, reiterarles nuestro saludo y agradecimiento y sin más, nos despedimos de la única forma que sabemos hacerlo. (Música)