2004 – Juan Gopar
Conocido por sus aplaudidas exposiciones desde la década de los setenta, este artista lanzaroteño ha desarrollado en los últimos veinte años un enfoque de la escultura que ha dado lugar a un lenguaje lleno de símbolos e imágenes que reflejan el paso del tiempo con una mirada; singular y de gran riqueza expresiva.
Narrador y constructor de metáforas, su trabajo se caracteriza por la resistencia que muestra a dejarse atrapar en categorías genéricas, huyendo de su catalogación en corrientes y tendencias. No en vano, a lo largo de su trayectoria ha combinado la pintura con la escultura e, incluso, con la arquitectura para, así, otorgar a su trabajo una dimensión compleja que anule los límites entre disciplinas artísticas.
Gopar subvierte las convenciones de la práctica escultórica de grandes gestos heroicos, falsas imposturas y escala monumental para cuestionar los materiales llamados a formar parte de la posteridad (acero, mármol o bronce) para, a través de una mirada irónica, enfrentarse a los problemas eternos de la existencia. En su lugar, crea el antimonumento, objetos humildes hechos con materiales reciclados como el papel, cuerda, tela, hilo, cartón, plástico o madera.