Dignísimas autoridades, señores y señoras, muy buenas tardes. Permítannos en primer lugar, agradecer a nuestro Ayuntamiento y muy especialmente a Feto Nieves, el contar con nosotros para un papel tan digno como el de pregoneros de nuestras fiestas. No sé si alguna agrupación musical ha tenido antes este gran honor, pero nosotros hemos recibido y aceptado la propuesta con mucho gusto, por todo lo que representa. Año tras año, muchas personas nos han precedido en la labor de pregoneros y eso, siempre impresiona cuando te enfrentas a la responsabilidad de anunciar el comienzo de las fiestas. Nosotros no podremos hacerlo mejor que nuestros antecesores, pero si le ponemos mucha ilusión y queremos aportar nuestro granito de arena de la única forma que sabemos, al son de la música.
La andadura del grupo comenzó hace muchos años, más vale la pena no contarlos porque a la vista esta los que tenemos. Hoy, queremos compartir con ustedes y en honor a nuestro patrón, la tradición musical marinera como expresión de amor popular. No hay nada más nuestro que la propia historia y eso, es lo que de forma continuada hemos intentado reproducir sobre los escenarios, recogiendo como premio el cariño del pueblo y otros muchos reconocimientos, como el que hoy nos ha traído aquí. Se puede decir que este año no actúan como pregoneros los Amigos de Portonao, sino nuestra música popular, en un canto a pecho descubierto, henchido de orgullo, haciéndose oír, mostrando por fin un papel digno y destacado. El soniquete tradicional de Arrecife nacía de su misma ribera. Cuando caminamos actualmente por la zona de Portonao, aún parece escucharse, como si se hubiese impregnado en los talleres que aún quedan en pie, pero a la llegada de las fiestas patronales de San Ginés, el bullicio se adueñaba de las calles. Recuerdos y más recuerdos se agolpan en nuestra memoria. Nos parece aún estar viendo a Pepito Caña Dulce, acompañado de la chiquillería pregonando los espectáculos por las calles y a los «Papahuevos» abriendo los pasacalles. Los músicos, llegaban de varios lugares para amenizar los bailes que se organizaban en el Casino, la Democracia y el Torrelavega. Los paseos en el Muelle Chico eran un ir y venir de una punta a la otra y la gente, caminaba animada por la banda de música de Arrecife que interpretaba sus canciones desde la parte alta del quiosco. Las calles se llenaban de actividades en las que todo el pueblo participaba como ruletas, carreras de bicicletas y cucañas dentro de la bahía de Arrecife. En el mar, con mucha ilusión se esperaban las regatas de lanchas costeras, botes a remo y Vela Latina. Las discusiones de regata sobre el muelle comercial del Castillo de San Gabriel eran grandes, pero al final todos se acababan poniendo de acuerdo. Con añoranza vemos que en el pasado, siendo un pueblo humilde, se disfrutaban de muchas actividades y las fiestas patronales eran un momento de explosión de alegría y participación popular, un parón en el medio de una vida muy dura. El deporte también tenía un papel importante corno las luchadas que se celebraban en la Recova. Allí grandes luchadores de otras islas, se enfrentaban a una selección de Lanzarote, donde el pollo de Arrecife, Heraclio Niz, con su famosa «reboleada» garantizaba un gran espectáculo. Permítannos un inciso para felicitar la iniciativa de la estatua que honra su memoria en la Calle Real, que supo captar el gesto de amabilidad y buena disposición del gran luchador. Aunque posiblemente Heraclio fuera el luchador más importante de Arrecife, queremos recordar también a Mamerto Pérez, el pollo de Uga, a Manolo Cabrera de Tías y a Fefo Rodríguez, gracias, muchas gracias por tantos momentos. También en el fútbol destacaba como deporte popular. Se llenaba el viejo estadio en la calle del Torrelavega, y finalmente el nuevo, la Avendaño Porrúa.
La existencia de nuestra parroquia, consagrada a San Ginés, es un signo más de la importancia que tiene para nosotros el Santo. Su construcción se inició tras encontrar un cuadro suyo en el Charco que también lleva su nombre y en su honor, se comenzó con la edificación. Al principio, la iglesia era una pequeña ermita de una sola nave, cuyos fieles pertenecían a los barrios del Lomo y la Puntilla y, posteriormente, se fue ampliando con la construcción de la torre y demás naves, hasta llegar al precioso aspecto actual. Nunca han faltado los actos religiosos inherentes a estas fiestas. El pueblo, siempre se ha volcado y ha expresado su exaltante amor y fervor popular en la procesión y la misa cantada, las cuales se continúan celebrando con gran participación popular. Las fiestas patronales son una manera de honrar y perpetuar nuestras tradiciones y no hay nada más capitalino que un marinero, porque decir Arrecife es hablar del mar. El pueblo cantaba en sus canciones las historias reales de la vida a bordo de los barcos, con referencias importantes y directas a personas que aquí habitaron. Los Amigos de Portonao hemos podidos conservar bastantes de estas canciones, que corno perpetuación oral de la historia, nos describen realmente la vida de nuestra ciudad. Nos sentimos obligados a compartir el honor de ser pregoneros con todas las personas que fueron importantes en el desarrollo de Arrecife, porque sin ellos, nunca hubiésemos estado aquí. Permítannos reconocer especialmente a varias de ellas por su labor, pidiendo de antemano disculpas a todos aquellos que se nos quedan atrás porque lamentablemente, sería imposible dar un reconocimiento individual a todos. Muchas gracias al maestro Alberto Sánchez, que de sus manos nació entre otros, la balandra Fermina y el San José y como no, al maestro Pepe Tobares, con sus lanchas insuperables. Recordar también al señor don Pedro de Naverán y Urricoechea, Comandante de Marina y director de la Escuela de Pesca. Persona de grata memoria, le dio gran impulso y formación a muchos patrones de Lanzarote y de otras islas, pues nuestra Escuela era única en el archipiélago y eso promovió el lograr tener el que fuera puerto pesquero más importante de Canarias. Arrecife contaba con grandes carpinteros de ribera, como el maestro Luis Trujillo, quien formó muchos otros carpinteros como Vicente Dorta, Jorge Borges, José y Gregorio quien después de formarse aquí, se marchó a trabajar como Jefe de los varaderos de Santa Cruz de Tenerife. De calafatea, agradecer la labor del maestro Rafael Sánchez y tantos otros. Grandes y muchos fueron los marineros y patrones, como Guillermo Toledo, José Antonio Borges, Tomás Reyes Duchemín, Marcial Reyes y el gran Antonio Márquez, quien enseñó a muchos otros que vinieron después todos los bancos de pesca. Gracias a todos y cada uno de ellos, porque con gran esfuerzo, trabajaron en la creación de una industria, que permitió el desarrollo de nuestra ciudad. Este pregón, pretende ser un reconocimiento a una historia importante e indignamente tratada o si lo prefieren, escandalosamente humillada. Por ellos y para ellos, alcemos la voz para gritar ¡Viva San Ginés!