POR: CONSTA, SIN NOMBRE
I
¡Lanzarote, isla bravía, tierra morena y valiente! Así es esta roca bañada por las olas del mar Atlante …..
La hosquedad de Lanzarote es ficticia, no existe, y solo creen en ella quienes no profundizan en su ser, limitándose a una simple visión fugaz en busca de bucólicos paisajes virgilianos. A semejanza de una persona que oculta la bondad de su corazón bajo un continente seco, huraño, Lanzarote’ esconde la dulzura, el encanto.
Y sus barrancos de polvo y sol, sus profundas cuevas en sombras, sus picachos atormentados y sus campos de lava hoscos y bravíos; son el velo que oculta un corazón abierto a todas las generosidades, a todos los sacrificios. Estas lavas hacen germinar los frutos, y de su negro continente surge vibrante y feraz la vegetación, la dulzura de sus frutos como un milagro del Sumo Hacedor…..
II
Arrecife, la capital, toda blanca como novia con velos de desposada, recibe el beso amoroso de su amado: el mar, el cual, con sus olas de blanca espuma roza la orla de su vestido en signo de vasallaje. La vida de Arrecife es el mar, y sus hijos, morenos y bravíos, atezados por las brisas marinas, recogen el fruto de su seno, que en chorros de plata de escamas palpitantes, dan vida y pujanza a esta tierra marinera…..
III
Arrecife está en fiestas. Los festejos patronales de San Ginés van a dar comienzo. Ya parece que se sienten los estampidos de la batalla incruenta de los fuegos de artificio, el olor de los churros, las risas de los niños en el carrusel, los gritos de los feriantes, y como fondo: los timples y guitarras de una parranda conejera.
Arrecife abre sus brazos generosos a ti, hermano canario de las islas restantes, y te brinda su hospitalidad durante estas fiestas patronales.
Sus hombres y mujeres rivalizarán en hacerte grata tu estancia entre nosotros.
Arrecife, capital de Lanzarote, da comienzo a sus festejos de San Ginés.